El juicio a dos altos mandos policiales acusados de dar un «chivatazo» a ciudadanos vascos que luego fueron detenidos se ha convertido en una especie de ajuste de cuentas por el proceso de negociación 2005-2007. A la espera de la sentencia contra Enrique Pamiés y José María Ballesteros, el PP ya afirma que espera que este no sea el único juicio por este tema y que haya más imputados.

Tanto el partido del Gobierno como la AVT argumentan, antes incluso de que se establezca si hubo algún delito o no, que los policías no pudieron tomar una decisión de tal calibre sin tener una orden superior, política.

«Es imposible», sostuvo Alexis Godoy, abogado del PP en la vista, que señaló directamente al director general de Policía, pese a no estar imputado, y «a sus superiores».

El PP es acusación particular junto a la AVT y a Dignidad y Justicia.

«No hay nada»

Pamiés y Ballesteros no hicieron uso de la última palabra. Sus defensas aseguraron que la acusación se basa «en la nada» y que la instrucción judicial ha sido «deficiente».

Respecto al delito de «colaboración con banda armada» que les imputan algunas partes personadas, la letrada de Pamiés, María Ponte, argumentó que no se puede sostener tal cosa porque ni Joseba Elosua, dueño del Faisán, ni José Antonio Cau, detenido en la misma operación por su presunta relación, están condenados por «pertenencia a ETA».