La pobre imagen ofrecida por el Athletic ha puesto de relieve muchas de las dudas con las que ha comenzado la temporada. Suma un valioso botín de nueve puntos y se ha posicionado en las primeras posiciones a la espera de recibir al Betis. No obstante, la sensación es que el equipo debe mejorar. El salto de un equipo que jugaba siempre igual, con un sistema defensivo complejo, como era el de Bielsa, al planteamiento de Valverde requiere tiempo. Es conocido que el gasteiztarra es un amante de la fotografía y como si de una imagen se tratase no ha parado de retocar su once.

Las rotaciones son constantes, hecho que alimenta la incertidumbre en torno a determinadas posiciones. Ausencias como las de Ekiza o Balenziaga parecen complicar el puzzle defensivo, pero donde se han introducido más variantes es en la medular. Itu, Morán, Rico, Beñat y Herrera se disputan tres puestos y salvo el de Igorre todos han pasado por el banquillo. Y ahí radica una de las claves, asentar la zona central con un eje claro y buscar el protagonismo constante en cada partido puede ser la solución para darle la vuelta a las dudas. El Athletic se había acostumbrado al dominio y a no jugar en función del rival y tiene mimbres para realizar ese juego. Las mejores imágenes no llegan de la mano de la prisa, sino de la paciencia. Habrá que seguir afinando el enfoque de un equipo que tiene potencial más que suficiente para estar en la zona alta.