BERA BERA 19

VARDAR 23

Aunque parezca una paradoja a la vista del resultado final, el proyecto que salió más reforzado ayer del Gasca fue el de Bera Bera, que planteó una defensa perfecta y encontró la colaboración de Ana Temprano, muy inspirada en la portería. El Vardar manifestó dudas en su juego de ataque, agobiadas por la intensa e inteligente actividad defensiva donostiarra, y dio la sensación de que todavía le falta tiempo para que semejante grupo de estrellas se conjunte y pueda realizar un juego más fluído, que explote al máximo su potencial. Precisamente esa fue la clave de su triunfo, las acciones individuales de sus mejores jugadoras ayer (Lekic y Radicevic, ambas exjugadoras del actual campeón Györi, y la rusa Khmyrova), que suplieron con sus chispazos de fuerza y de talento la ausencia de un buen juego colectivo.

El partido fue de tanteador corto, pero de una intensidad fuera de lo común, con acciones de calidad y emoción en el marcador, que no se resolvió hasta los últimos cinco minutos. Las donostiarras salieron muy centradas desde el primer momento, y se propusieron aguantar las embestidas del Vardar, que puso en cancha a su mejor siete.

La portera rusa Suslina acertaba en sus primeras acciones (la diferencia entre el poder de lanzamiento de ambos equipos se puso de manifiesto en el balance final, con el 42% conjunto de acierto que acreditaron Suslina y Leynaud, que jugó la segunda mitad), pero en el área donostiarra no había manera de atravesar el compacto muro central que formaban Elorza y Núñez, con Eli Pinedo y Menéndez en los laterales, controlando bien a la pivote y llegando a todas las ayudas con fuerza y decisión.

El Vardar no lograba despegarse en el marcador y cambió su sistema defensivo 6:0 por un 5:1 con Djokic adelantada. Fue peor, porque Bera Bera se adaptó bien y siguió moviendo el balón con criterio. Solo la pérdida de algunas posesiones le impedía acabar más jugadas de ataque, pero mantenía el pulso gracias a su soberbia defensa.

El Vardar bajaba de nuevo al 6:0 cuando Imanol Alvarez metía en pista a Dunay y Ederra, y poco después a Ziarsolo, para oxigenar al equipo (antes ya había entrado Arizaga por Elorza), y entre los cambios y un tiempo muerto pedido por la entrenadora macedonia Indira Kastratovic, el Vardar se escapó hasta su máxima diferencia de 4 goles, con la que llegó al descanso.

Lo que podía haber sido el principio del fin, el momento que esperaba el Vardar para acabar con la tenaz resistencia donostiarra y romper el partido, derivó en todo lo contrario.

La segunda parte empezó con la parada de Temprano a lanzamiento de siete metros de Zebic (antes había parado otro a Nikolic, en ambos casos tras aguantar más a las lanzadoras, cuando habitualmente se vence a un lado antes de que el balón salga de la mano de la tiradora), Bera Bera metió una marcha más a su actividad defensiva (con varias acciones de anticipación de Ana Martínez que volvieron loca a Pineau), mientras una Ziarsolo inspirada en el plano anotador se encargaba de ir limando la ventaja. Tras dos penaltis ejecutados de forma impecable, uno a cada portera, la ermuarra marcaba el 10-12 con una vaselina sublime ante Leynaud.

El Vardar se mostraba desorientado ante la feroz resistencia de su rival, Khmyrova lanzaba a las manos de Temprano un remate precipitado tras el aviso de pasivo y Ana Martínez subía rápido, aunque se precipitaba en el lanzamiento, repelido por Leynaud al larguero. En la siguiente acción ella misma robaba el balón a Lekic y Menéndez enviaba al poste, con rechace que fue a parar a la juvenil Etxeberria, cuyo remate paró Leynaud. Khmyrova, que junto a Lekic asumieron la responsabilidad de sacar a su equipo del atolladero, marcaba el 10-13 que frenaba de momento la ofensiva donostiarra (era el primer gol macedonio de la segunda parte, cuando se cumplía el minuto 8).

El público del Gasca asistía intrigado al toma y daca entre ambos equipos. Ya habían pasado 40 minutos, y el marcador corto y la escasa diferencia permitían albergar esperanzas, aunque parecía lógico pensar que el esfuerzo físico de las jugadoras donostiarras ante un rival con un banquillo inacabable tendría que pasar factura antes o después. Todos parecían pensarlo... menos las propias jugadoras.

Ziarsolo se llevaba un balón suelto ante Radicevic y marcaba su quinto gol (11-13). Y otra vez Ana Martínez, que parece disfrutar tanto en defensa como en ataque, le robaba el balón a Pineau para irse botando hacia la portería de Leynaud y estrellaba un balonazo en el poste. Elorza era excluída en la siguiente acción, pero la presión defensiva era tal que, en superioridad numérica, una jugadora veterana como Radicevic perdía el balón, y esta vez Eli Pinedo no desaprovechaba la oportunidad de poner a Bera Bera a un gol (12-13).

El Vardar no se lo creía, y menos cuando en el siguiente ataque Temprano paraba el lanzamiento de Nikolic y Menéndez tenía en sus manos el empate, pero el balón salió altísimo por encima de la portería. Al borde de la asfixia, un par de errores permitían al Vardar abrir hueco otra vez antes de que Imanol Alvarez pidiera tiempo muerto.

En los siguientes minutos hubo un intercambio de goles, hasta que Lekic marcaba dos tantos seguidos que ponían el 15-19 a 8 minutos del final. Nuevo tiempo muerto de Alvarez, que sacaba a pista dos pivotes, mientras Arrojería hacía una defensa individual sobre Lekic. La medida sorprendió al Vardar y el marcador volvió a estrecharse en dos minutos (17-19), obligando a Kastratovic a parar el partido.

Esta vez sí, fue el principio del fin. A falta de menos de 6 minutos, un 0-3 con dos goles de Lekic y uno de Pineau -con descalificación incluída de Eli Pinedo, frustrada tras el gran trabajo del equipo- decidía el choque, aunque aún dio tiempo para que Elorza marcara el último gol de falta directa, con el reloj a cero.