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ibiliz ibili | juan mari feliu

Los Arres de Larra desde el Pourtet

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Sin entrar plenamente en el laberinto cárstico de Larra podemos vislumbrar desde el picudo Arlas o el Pourtet un paisaje singular y único de Euskal Herria con solo seguir la línea de mugas con Biarno. Larra es una altiva meseta con un caparazón rocoso y atormentado por una climatología de extremos contrapuestos. Este relieve atormentado desde el Cuaternario esconde un enorme queso de grouyère con más de dos mil metros de profundidad. Testimonio de la última glaciación es el pino negro que cubre buena parte de Larra hasta los 1.800 metros, en la parte más alta de Euskal Herria, presidido por el esbelto pico de Auñamendi.

En el profundo sistema hidrogeológico hay varios ríos subterráneos, el más célebre el de San Martín que ha logrado varias veces el récord del mundo de profundidad conforme las exploraciones avanzaban. El 15 de agosto pasado tuvo lugar la celebración del 60 aniversario del primer récord del mundo en la gigantesca sala de La Verna. La sima había sido descubierta tres años antes, en territorio navarro por Lepineux, muy cerca de la legendaria muga 262 o Piedra de San Martin. En este lugar se celebra anualmente cada 13 de julio desde 1375 el tradicional Tributo de las Tres Vacas, excepcto durante la ocupación de Alemania durante la II Guerra Mundial.

El mes de octubre señala la retirada del ganado hacia los valles, cuando los pastizales toman colores otoñales, anuncio de la llegada de las primeras nieves. La excursión hasta el Pourtet tiene dos opciones. La primera es alcanzar el collado de Pescamou para subir a la aérea cumbre de Arlas (2044 m.) y regresar al punto de partida o prolongar el itinerario siguiendo el cordal Arlas, Mourlong y el Pourtet. Actualmente esta ruta es la menos complicada y peligrosa de los antiguos senderos que atravesaban los Arres, en realidad más corto que el antiguo sendero que unía la Piedra de San Martín con Lescún por el collado de Anie.

Una vez tomado el desvío a la estación de esquí de Arette, seguiremos por la derecha hasta el extremo de un aparcamiento, por situado bajo un moderno refugio presidido por una ikurriña en un mástil. De este lugar los primeros pasos han de seguir las señales del GR 10 (Atlántico-Mediterráneo) entre un entramado de pistas y telearastres. Pronto dejaremos a nuestra derecha la majada de Mahurat donde se venden quesos hasta situarnos bajo a base del picudo Arlas. Más arriba llegaremos a un rellano, donde la pendiente se suaviza. Dejado el desvío del GR 10 a nuestra izquierda que se interna en el laberinto rocoso de los Arres llegaremos al rellano de Pescamou. Solo nos restará alcanzar la visible borda del mismo nombre donde finaliza la pista.

Las señales amarillas que han sustituido a las del GR nos llevarán tras superar una fuerte pendiente herbosa al collado del mismo nombre. Desde este lugar, tras subir por fuerte pendiente una descarnada loma, alcanzaremos en 20 minutos la pequeña cumbre de Arlas. De regreso al collado solo hay que girar a la derecha para continuar por una senda que contornea las laderas hasta el próximo collado donde daremos con los remontes de la estación. Para llegar al Pourtet, desde Pescamou hemos de seguir cercanos al filo de cordal hacia el sur, con la vista puesta siempre en el lomo de Anielarra.

Las señales amarillas nos llevarán por un sendero seguro al collado de Baticoche, donde se encuentra el viejo refugio metálico de los espeleólogos. Aquí dejaremos a la izquierda el viejo camino de Lescún por el Canalón para continuar ganando altura en los límites de los pastos y el roquedo hasta alcanzar el pico de Mourlong, que dejaremos a la derecha, conocido por los lugareños por «Le Prepuce». En un rellano herboso, el último espacio verde dejamos a la izquierda el paso de el Pourtet, presidido al fondo por el emergente pico de Auñamendi. A la derecha queda como referencia la muga 268. Solo nos quedará ganar altura por un suelo pedregoso hasta el visible jalón 269, situado en la cumbre, a 2.160 metros de altitud.

El espectáculo es grandioso además de singular, con Auñamendi sobe nuestras cabezas. El alargado lomo cimero de Anielarra a la derecha y la cresta de La Contende emergiendo en el lado contrario. El regreso lo haremos por el mismo itinerario hasta el collado de Pescamou, para continuar por la senda de la izquierda que flanquea las laderas occidentales de Arlas hasta el próximo collado, donde daremos vista a los primeros remontes de la estación de esquí y más abajo el aparcamiento.

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