Abogan por unos servicios de emergencia menos «atomizados» y «eficientes»
GARA | BILBO
Los servicios de emergencia en el Estado español son, probablemente, «los más caros del mundo» y deberían reorganizarse con criterios de eficiencia para superar su actual «atomización», siguiendo los ejemplos del Estado francés o Estados Unidos, en opinión del secretario general de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), Javier Larrea.
El XI Congreso de los Servicios de Emergencia, que se celebra hasta mañana en Bilbo, cuenta con la presencia de representantes de más de 60 servicios de emergencias estatales, para abordar cómo se podrían mejorar sus intervenciones y cómo gestionar su organización.
Javier Larrea explicó a Efe que el principal reto de los profesionales de emergencias es «afrontar el nuevo escenario de los recortes presupuestarios que, por la crisis, se están aplicando en todos los servicios públicos, sin que ello afecte a la eficiencia» de su trabajo. En la actualidad, estos profesionales «sufren ya recortes en los salarios y problemas para lograr la cobertura de las plantillas de los funcionarios», como lo son muchos de los bomberos y sanitarios que trabajan en emergencias.
Larrea consideró que la reducción de gastos debería llegar de la unificación de estos servicios, tomando como modelo lo que se hace en otros países europeos y Estados Unidos, donde además tienen mucha más presencia los grupos de voluntarios.
En el Estado español, este tipo de servicios «están muy atomizados» ya que coexisten servicios locales, provinciales y autonómicos, cuando además «hay demasiados cuerpos de bomberos». Unos se dedican exclusivamente a incendios forestales; otros, actúan solo en las capitales o en aeropuertos.
«Integrar funciones»
El secretario general de APTB planteó «integrar funciones» para reducir costes, ya que si se uniera la emergencia sanitaria con los bomberos forestales y los urbanos, se lograría un servicio «mucho más potente, eficaz y más barato», puesto que mejoraría también su coordinación y capacidad de reacción.
La situación en las diferentes autonomías es «muy variopinta» y todavía hay provincias con un único parque de bomberos en la capital que debe llegar a cubrir un territorio muy extenso, frente a situaciones como la de la CAV, donde «quizás por exceso», hay parques en las tres capitales, además de servicios forales y hasta comarcales, como el de Aiara, con importantes recursos humanos y materiales.
En el Estado hay 22.841 bomberos profesionales, según los datos de la APTB de 2010, a los que se suma la contribución de 5.003 voluntarios, para completar una plantilla de 27.844.