Una de las águilas pescadoras, de nombre Artia, liberadas en el proyecto de recuperación de la especie en Urdaibai, ha aparecido electrocutada en una torreta de tendido eléctrico del monte Oiz, según informó Urdaibai Bird Center.

El centro gestionado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi explicó que Artia era una de las cinco águilas a las que se les instaló un transmisor GPS que permite al equipo investigador su localización; las otras cuatro alcanzaron sin problemas el continente africano. El ejemplar que fue localizado muerto partió de Urdaibai el 19 de setiembre. Sin embargo, al día siguiente, detectaron que no se movía y descubrieron que la águila estaba en la ladera sur del Oiz, a los pies de una torreta eléctrica sin aislantes.

Desde Urdaibai Bird Center señalaron que este caso muestra que estas aves no solo tienen que hacer frente a grandes barreras geográficas, como los mares y los desiertos, sino también a «peligros derivados de la acción humana, tales como las líneas eléctricas, los aerogeneradores o la caza furtiva». «Los accidentes provocados por colisión o electrocución con las líneas eléctricas constituyen una de las causas de mortalidad no natural más importante para las rapaces y otras aves de gran envergadura, tales como las garzas o las cigüeñas», destacaron.

Alertaron de que, aunque en Urdaibai se han tomado medidas para evitar percances, fuera de la reserva están sometidos a múltiples puntos peligrosos como la torreta.