En este agotador arranque de temporada para la Real, cuando la acumulación de minutos y lesiones parece ser el único tema de conversación entre los seguidores txuriurdines, la situación del «Chory» Castro no deja de ser paradójica. Al contrario de lo que sucede con la mayoría de sus compañeros, lastrados por los problemas físicos o la falta de frescura en el campo, el uruguayo encarna la figura de un jugador ansioso por saltar al terreno de juego y que pide más oportunidades a su técnico.

«Como todo jugador quiero jugar los noventa minutos de todos los partidos. Por tanto sí, estoy jugando menos de lo que esperaba. Sé también que el once que está jugando más o menos habitualmente es el que nos llevó en el arranque de la temporada a pasar la previa de la Champions. Hicieron dos partidos espectaculares y creo que se está respetando un poco eso», resumía el charrúa, manteniendo siempre el máximo respeto hacia sus compañeros.

No es que Jagoba Arrasate no cuente con el Chory, ni mucho menos. El zurdo de Trinidad ha entrado en todas las convocatorias de la temporada hasta el momento, y ha tenido minutos en diez de los doce encuentros oficiales que ha disputado el equipo esta campaña. No obstante, sí llama la atención que, en un inicio tan duro y con tantas bajas, un fichaje foráneo como él haya sido titular en «solo» cuatro partidos de Liga y apenas haya sumado 52 minutos en los cuatro encuentros de Champions, los dos de previa y los dos de la fase de grupos.

Una situación que se hizo más patente el pasado sábado en Vallecas, cuando el Chory saltó al campo en el minuto 89 en sustitución de Imanol Agirretxe y no le dio tiempo ni a tocar un balón. «La situación fue rara, porque era ya el último minuto y ese cambio se suele hacer para perder tiempo. Pero hubo que salir como profesionales que somos. En mi caso no tuve la oportunidad de tocar la pelota, porque ellos supieron administrar los dos minutos que me tocó jugar», admitió el uruguayo.

Eso sí, desmintió que se enfadara por tener que saltar al campo y añadió que el malestar fue general por perder el partido en el último instante: «No era el enfado mío, sino el enfado de todos por ese gol que nos marcó el Rayo en el último minuto, sabiendo que el Rayo casi no había pisado el área nuestra en toda la segunda mitad. Nos fuimos todos muy calientes de ese partido por el resultado y la manera en la que se dio».

En cualquier caso, el exjugador del Mallorca fue muy correcto en sus declaraciones y acudió a muchos de los tópicos que se utilizan en el deporte para dejar claro que su situación personal no es lo importante. «Si yo hago tres o diez goles y la Real termina en descenso, no me sirve de nada, prefiero que el equipo salga adelante», fue uno de ellos. «Creo que los compañeros que juegan en mi posición están haciendo un gran trabajo y eso hay que respetarlo», añadió después.

Lo que sí tiene en mente, reconoció, es que jugando poco será difícil volver a la selección de Uruguay, una de sus grandes metas teniendo el Mundial a la vuelta de la esquina: «Preocupar preocupa siempre. El seleccionador está pendiente de lo que hace cada jugador en cada Liga, y siempre llama a los que están en mejor forma en cada momento. Para estar en la selección hay que tener minutos y estar ahí arriba sonando».

«Nos juegan de otra manera»

En cuanto a la marcha general del equipo, el atacante charrúa coincidió en la lectura de que «las cosas se están haciendo bien». En su opinión, varios puntos han volado «porque hemos fallado los delanteros, por mala fortuna o fallos concretos en alguna jugada», lo que se refleja en «la sensación de haber hecho más méritos que el rival y no poder ganar».

El Chory se atrevió incluso a apuntar una posible explicación a las dificultades que encuentra el equipo para sacar los partidos adelante. «Este año los equipos nos están viniendo a jugar de otra manera, que a veces no te esperas. Nos están sorprendiendo metiéndose un poco atrás, y eso nos está costando. Somos un equipo de mucha velocidad, de salida rápida al contragolpe, y el mismo Sevilla vino a Anoeta a esperar atrás. Eso en años anteriores no pasaba, porque el equipo que venía con intención de llevar la iniciativa era el Sevilla. Eso es por culpa del gran trabajo que se ha hecho, del respeto que nos tienen, y nos obliga a cambiar nuestra mentalidad».

La reflexión de un jugador ambicioso en cuya opinión «estamos capacitados para estar arriba, en ese grupo de elegidos de la competición, pero no podemos dar tanta ventaja». Por eso, el Chory tiene claro que «es hora de empezar a ganar de local. Nos está costando lograr puntos en Anoeta, que son puntos muy importantes a la hora de llegar al final del campeonato. Será primordial».