La vida política navarra sigue enquistada por la indefinición del PSN. Ayer, el partido de Roberto Jiménez recibió dos emplazamientos divergentes para romper el bloqueo de una vez, bien sea tirando para uno u otro lado. EH Bildu puso de nuevo sobre la mesa la moción de censura y anunció que buscará un acuerdo entre todos, dado que esta es «la única vía» para derribar a Yolanda Barcina. Por su parte, el Gobierno de UPN le hizo un llamamiento para pactar los presupuestos de 2014.

EH Bildu trae de nuevo al debate la posibilidad de una moción de censura. Para que la iniciativa prospere se necesitan los votos de Bildu, Aralar, PSN, I-E y Geroa Bai. La coalición solo pone una condición previa: que el Gobierno alternativo convoque las elecciones «en el plazo más breve posible». Por tanto, deja en el aire quién sería el candidato, quién propondría la iniciativa en la Cámara y la fecha. Eso sí, con el límite en febrero. Si antes de este mes no se consigue derrocar a Barcina, se entraría en la recta final de la legislatura, durante la cual ya no se pueden convocar elecciones.

EH Bildu aseguró que trabajarán por buscar ese acuerdo. En su opinión, esta vez la posibilidad es viable, dado que el PSN ha cambiado su posicionamiento desde el intento anterior, cuando salvó con sus votos a la presidenta. Txelui Moreno recordó que, entonces, el PSN se negó a apoyar la candidatura de Juan Carlos Longás porque no quería elecciones en Nafarroa y, ahora, las está demandando.

Responsabilidad de todos

La lectura que hace EH Bildu del debate sobre política general en Nafarroa es que ya no queda otra salida que la moción. «El Parlamento le pidió (a Barcina) hasta cinco veces que disolviera el Parlamento y convocara elecciones de forma urgente. La respuesta del Gobierno de UPN ha sido aferrarse al poder de forma irresponsable», sostuvo la coalición. «Es responsabilidad de todos los grupos progresistas y de izquierdas que conformamos la oposición pasar de las palabras a los hechos», concluyó.

La postura en la que se colocó EH Bildu es similar a la que adoptó I-E en la anterior ocasión, cuando aseguraron que apoyarían cualquier moción que tumbase a UPN siempre y cuando estuviera destinada a la convocatoria de elecciones.

El PSN no respondió ayer a este nuevo emplazamiento a negociar. Se sabe que hay división interna en torno a este extremo, aunque la postura oficial es que solo apoyarían una moción de censura para acaparar ellos el Gobierno. Por otro lado, también han difundido el mensaje de que Ferraz no está dispuesto a que su filial haga caer al Gobierno de UPN.

Prórroga tras prórroga

A quien sí parece haber dado un portazo definitivo el PSN es al Ejecutivo. Barcina les ha invitado formalmente a pactar los presupuestos para 2014 y han respondido que la presidenta les merece «nula credibilidad» después de haber cometido «reiterados incumplimientos» en los acuerdos suscritos entre ambos. Este año, la presidenta ha podido aguantar con unos presupuestos prorrogados, fijando un techo de gasto y recortando en todas las partidas. Para modificar el régimen fiscal, sí que contó con el espaldarazo de Roberto Jiménez y los suyos.

En su nota de rechazo, el PSN asegura que Nafarroa está «a las puertas de un cambio de ciclo» y que lo que la ciudadanía necesita ahora es «un gobierno fuerte, capaz de aprobar unos presupuestos que desbloqueen esta situación de parálisis». Y de nuevo, insisten en que la única opción que queda para ello es el adelanto electoral.

La necesidad de UPN de buscar un acuerdo para las cuentas no se circunscribe solo al Gobierno, sino que se extiende al Ayuntamiento de Iruñea. La capital tiene prorrogados todavía los presupuestos de 2011. Nada hace pensar que vaya a ser posible el acuerdo, ya que el enfrentamiento entre UPN y PSN en Iruñea es mayor y se recrudeció por la renuncia de Donapea.