El polémico Circuito de Los Arcos dejó otro agujero económico este año, ya que se perdieron otros 850.000 euros. El consejero de Políticas Sociales, Iñigo Alli, fue requerido en el Parlamento para dar una explicación. Ayer admitió las pérdidas, pero siguió defendiendo a capa y espada la inversión. Aseguró que, a pesar de todo, la economía navarra se está beneficiando de estas instalaciones.

Presentó unas cuentas estimativas sobre cuánto está recaudando Nafarroa a través de los impuestos directos que genera el público que acude a las competiciones de coches y camiones o presentaciones de vehículos. El consejero dice que «el retorno para la zona y para Nafarroa es de 1,4 millones».

Según las cuentas de Alli, los actos realizados en torno al circuito han generado 10,1 millones de euros «en consumo y otros gastos de organización», ya que el circuito ha recibido 79.000 personas, la mayoría de fuera de la comunidad. Pero esta afirmación resulta discutible.

Unas cuentas extrañas

Para que salgan los cálculos, cada visitante debiera de haber gastado de promedio 127 euros en establecimientos navarros durante su visita. Resulta una cifra muy abultada y, además, hay que tener en cuenta que la ciudad más cercana a dicho circuito no es Iruñea (que está a 60 kilómetros), sino Logroño (a 31 kilómetros por autovía).

Alli resaltó que una carrera de camiones congregó a 35.000 personas y generó dos millones de euros en facturación. Es decir, el gasto medio ese día fue de 57 euros por persona y no los 127 necesarios.

Alli reconoció que el Circuito de Los Arcos solo ha generado 38 puestos de trabajo «directos» y 55 indirectos. Aun así, su estimación de beneficios para las industrias navarras asciende a 6,1 millones de euros. El consejero remató su exposición asegurando que el resultado económico del Circuito «va a mejor».