El Juzgado de Primera Instancia número 12 de Bilbo ha declarado nula la compra de aportaciones perpetuas de Eroski por parte de un hombre jubilado con estudios primarios, que no recibió del BBVA información suficiente sobre ese producto financiero y ha condenado a esa entidad a devolverle la inversión.

La sentencia, hecha pública ayer, obliga al citado banco a reintegrar al jubilado los 182.500 euros que había invertido, además de los intereses desde la fecha de compra, y establece además, un plazo de veinte días para presentar recurso.

Según recoge, el comprador de esas aportaciones confió en la persona responsable de la sucursal de BBVA, quien le invitó a invertir sus ahorros en un nuevo producto «sin riesgo y con disponibilidad inmediata». Así, el jubilado suscribió en 2004 una orden de compra de 30.000 euros y en 2007, destinó 150.000 euros más, sin que «nadie le informase del carácter perpetuo de tal inversión, ni de que la rentabilidad no quedaba asegurada».

Responsabilidad de BBVA

El juzgado censura la falta de información ofrecida al hacer la compra y se pregunta «si de la lectura» de ese tipo de contratos «cualquier ciudadano medio alcanzaría a prever, aún de forma remota, que el producto contratado tuviera tales riesgos».

«La parte demandada debería haber incidido, precisamente, no tanto en las bondades del producto sino en los riesgos que su contratación entrañaba para el cliente aunque, con toda probabilidad, si así lo hubiera hecho, no se habría contratado», afirma la resolución. Además, estima que si BBVA «asume la labor de comercialización» de la deuda perpetua de Eroski, ahora, debe devolver de la inversión.

Por otro lado, afectados por las subordinadas de Eroski y Fagor se concentran hoy ante el centro comercial Niessen de Errenteria con motivo de la apertura de una tienda Forum, del Grupo Eroski.