El último ministro de Justicia español antes de la llegada del PP al poder, Francisco Caamaño, vaticinó ayer que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos fallará mañana a favor de la derogación de la doctrina 197/2006, y adelantándose a la posición que adopte el PP, consideró que incumplir esta resolución constituiría «una aberración».

Caamaño fue uno de los ministros que gestionó esta doctrina para alargar las condenas a los presos vascos, ya que estuvo en el cargo entre 2009 y 2011. Esta polémica práctica se instauró en 2006, con su antecesor Juan Fernando López Aguilar, ambos bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero.

Caamaño afirma que las sentencias europeas no resulta automáticamente ejecutables en el Estado español, pero estima que sería una consecuencia «lógica y coherente» llevar a la práctica la resolución que se adopte mañana.

«Un Estado puede estar más o menos de acuerdo con las sentencias, porque Estrasburgo no siempre tiene razón. Pero es el tribunal que tenemos en materia de derechos fundamentales en Europa», subrayó Francisco Caamaño durante una reunión interna del PSOE en Mallorca.