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Empequeñecidos desde el inicio y sin poder ni perder con dignidad

Los donostiarras no pudieron hacer nada ante la escuadra taronja, que puso el listón del físico y la intensidad a un nivel altísimo. Tras el receso, los de Sito Alonso intentaron apretar el duelo, pero emergió un Dubljevic imparable que certificó el sonoro bofetón.

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VALENCIA BASKET 87

GIPUZKOA BASKET 58

Arnaitz GORRITI

A veces no queda otra que rendirse a la evidencia. Gipuzkoa Basket se sabía inferior a Valencia Basket, pero la paliza que se trajo el conjunto guipuzcoano de La Fonteta fue aún mayor de lo que indicaba esa premisa. Los de Sito Alonso acabaron simplemente empequeñecidos ante un rival que los abrumó por intensidad y capacidad física. Por no poder, ni siquiera aspiraron a perder con dignidad, salvo que la diferencia final fuera inferior a los 30 puntos.

Y eso que la primera canasta del partido fue guipuzcoana: Jason Robinson, que al final acabaría siendo de lo poco salvable de Gipuzkoa Basket. Pero a partir del 0-2, el encuentro se torció de manera irremediable. Los de Perasovic contestaban con un 11-2 que acabaría con un parcial de 23-10. Los porcentajes guipuzcoanos no podían competir con el Valencia Basket, que además capturaba todos los rebotes del mundo, así en defensa como en ataque.

Nada salía en la escuadra donostiarra. Winchester podría ser el ejemplo más claro de un día para olvidar. El alero de Indiana sumó una valoración de -6, errando sus siete tiros de campo, con el escaso consuelo de anotar tres tiros libres y agarrar un rebote. Sin vivir una tarde tan aciaga, David Doblas simbolizaba otra arista del pésimo día de Gipuzkoa Basket. El de Pedreña se vio superado por todos y cada uno de los pívots taronjas, que llegaban al descanso con un marcador muy a favor: 42-25.

Y la reacción pasó de largo

La charla de Sito Alonso en los vestuarios debió ser buena, porque de la mano de Jason Robinson, y un poco de la esencia de la calidad de Raúl Neto, Gipuzkoa Basket arrancó con otro brío el tercer período. Incluso llegó a ponerse a 11 puntos: 44-33, después de cerrar un parcial de 2-8 con un triple de Ramsdell.

Pero Velimir Perasovic llamó a capítulo a los suyos, y además a Dubljevic le dio por lucirse. El pívot montenegrino jugó solo 17 minutos, pero hizo un roto a la defensa donostiarra, sobre todo a partir del tercer cuarto. La defensa taronja hizo el resto, que encontró el macador ya sentenciado, 70-47, para cuando acabó el período, precisamente con un triple de Dubljevic.

El cuarto asalto del encuentro fue un ejercicio de impotencia por parte visitante, ya que la renta local no paró de subir hasta una máxima de 32 puntos: 85-53, tras canasta de Triguero.

Con el partido totalmente finiquitado, Velimir Perasovic dio una alegría a su afición dando entrada al base Pablo Pérez, un adolescente de 16 años, campepón de Europa cadete el pasado verano, que se convierte en el debutante más joven del club valenciano. Con La Fonteta celebrando con algarabía los dos primeros puntos en la Liga ACB de su nueva perla, Gipuzkoa Basket bastante tuvo con seguir peleando para que la paliza final no fuera tan abultada.

Al final, un par de tiros libres de Raúl Neto lograron que la renta quedara por debajo de los 30 puntos. Un triste consuelo, pero por ahora, es lo que hay.

«Nuestra frustración debe ser menor»

Resignación. He ahí el tono de la rueda de prensa posterior de Sito Alonso. «Valencia Basket ha dado las mismas sensaciones que en la pretemporada: un ritmo muy intenso, una rotación muy constante, intención de presionar todo el partido... Están a un nivel muy alto», reconocía.

Pero mirando a lo que compete a su equipo, el técnico de Monzón puso el acento en reducir la «frustración» de verse superado por un rival superior.

«Debemos acostumbrarnos a estas situaciones; es decir, nuestro nivel se asemeja poco a Valencia Basket, y al enfrentarnos cara a cara a esos equipos, hace que nos frustremos de una manera excesiva. Y pueden ser situaciones normales en muchos partidos», dijo.

«La frustración ante nuestro error o su acierto ha de ser muchísimo menor. Si no, te vas viniendo abajo demasiado pronto. No hay que rendirse ni dejarse ir en situaciones en las que ellos te dominan», remachaba Sito Alonso.

También reconoció que «con un 5 de 22 en triples, sufrimos más. Con solo una referencia interior, si no las metemos, nuestro rival se crece aún más». A. G.

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