El exoficial de las SS Erich Priebke, fallecido la semana pasada en Italia a los 100 años, será enterrado en un lugar secreto, después de la polémica suscitada por su sepelio, según anunció ayer su abogado, Paolo Giachini. Priebke, que durante 40 años vivió tranquilamente en Bariloche (Argentina), admitió en un vídeo póstumo haber participado en la matanza de las Fosas Ardeantinas, cerca de Roma, donde murieron 334 civiles italianos. La alcaldesa de Bariloche se negó a que fuera enterrado en esta turística localidad, donde descansan los restos de su esposa. Los vecinos de su ciudad natal, Hennigsdorf, en Alemania, también se opusieron a que fuera enterrado ahí. El ataúd con los restos de Priebke seguían ayer en el aeropuerto militar de Pratica di Mare. El sacerdote Floriano Abrahamowicz reiteró su intención de celebrar una misa en memoria de su «amigo» Priebke.