Una mujer originaria de Daguestán mató ayer a seis personas al hacer estallar la carga explosiva que llevaba dentro de un autobús lleno de estudiantes en Volgogrado, a 900 kilómetros al sur de Moscú. «El autobús ha quedado destrozado. Ha sido terrible», relató el padre de una joven que viajaba en el mismo y que salió ilesa.

Otras 32 personas tuvieron que ser hospitalizadas y siete de ellas se encontraban en un estado de extrema gravedad.

En imágenes mostradas por la cadena de televisión Russia 24 se pudo ver trozos del autobús sobre la carretera.

Según el responsable de la investigación, Vladimir Markine, el atentado tuvo lugar a las 14.00, hora local, y anunció que se ha abierto una investigación por «atentado terrorista, asesinato, y tráfico de armas y explosivos».

A cien días de Sochi

Las autoridades atribuyen el atentado kamikaze a Naida Assialova, de 30 años, «recientemente convertida al islam» y habitante de Makhatchkala, capital de la república caucásica de Daguestán. Añadieron que estudió en Moscú, donde conoció a Dmitri Sokolov, con quien se casó y que la enroló en el movimiento isalmista armado.

«Sokolov volvió a Daguestán. Hoy se le busca como miembro de un grupo armado de Makhatchkala», indicó el comité investigador.

El denominado «comité antiterrorista» puso en marcha una célula de crisis y el Ministerio de Situaciónes de Emergencia envió una orden a la empresa de autobuses afectada para que no circulara ningún otro vehículo en Volvogrado.

El ataque se produce a cien días de que comiencen los juegos olímpicos de invierno en Sochi, en el Cáucaso ruso, el próximo 7 de frebrero, ante los que el líder de los islamistas del Cáucaso Doku Umarov llamó en julio a llevar a cabo ataques que impidan «por todos los medios» que se celebre este evento.