Aduriz volvió a marcar
Los leones desactivaron la alerta amarilla
La gabarra hundió al submarino amarillo. Un Athletic sin Beñat ni Herrera, pero con Iturraspe y Rico, pasó por encima de un Villarreal que nunca pudo con el buen hacer rojiblanco. Novena jornada y quintos.
ATHLETIC 2
VILLARREAL 0
Joseba VIVANCO
Cuenta una tradición no escrita en San Mamés que cuando las bolsas de plástico para envolver el bocadillo se desliza sin rumbo por el césped empujada por el viento sur, malo para los leones. Un servidor siempre ha creído que eso era para esos partidos de las cinco de la tarde, con el sol molestando por encima de la tribun a de Ingineros. Pero como todas las leyendas, lo mismos sirven para un roto que para un descosido, o en este caso, para un domingo en horario vespertino que un lunes a la hora de los postres. Pero de la misma manera que está demostrando de manera científica que en luna llena no nacen más bebés, habrá que esperar a que algún avenzado universitario rojiblanco concurra a los próximos Nobel alternativos con la evidencia empírica de que viento sur y Athletic no son sinónimo de empanada segura.
Ayer, soplaba ese agogero sur en San Mamés. Incluso la agencia meteorológica Euskalmet anunció mediada la tarde alerta amarilla por vientos para anoche. Alerta amarilla. Como el `Submarino'. Como el Villarreal.
Ernesto Valverde, que podría ser la imagen publicitaria de la casa de apuestas que se anuncia en el vídeomarcador de San Mamés, sorprendió a propios y extraños con la inclusión de De Marcos por Beñat como mediapunta. Y la jugada le salió. Quién sabe si por ese cambio de piezas sobre el tablero, lo cierto es que el Athletic solo tuvo que contener la respiración durante los diez primeros minutos en que la alerta amarilla tomó visos de verosimulitud, y de ahí en adelante, hasta el enésimo pitido del `no grato' Teixeira Vitienes II, solo hubo un equipo sobre el césped. El Athletic.
Mientras el Villarreal atacaba con línea de cuatro arriba, recordando los tiempos de Bielsa, el Athletic de Valverde echaba mano de la `salida lavolpiana' con Iturraspe bajando a recibir el balón entre Gurpegi y Laporte, con Iraola y Balenziaga bien abiertos y sobre la línea de medio campo. Tras las imprecisiones por ambas partes que daban idea de la tensión de los dos equipos, los leones comenzaron a gestionar el balón, percutiendo por ambas bandas de la mano de Susaeta y un muy incisivo Muniain, bien escoltados por sus respectivos carrileros.
Dominio del juego sin perder de vista la retaguardia, con Iturraspe como ancla de garantías y Rico más acertado en deshacer que en construir, fueron llegando los `uys'. Un cabezazo bienintencionado de Aduriz en el 17, otro disparo al cielo del ariete donostiarra en el 19, un testarazo de De Marcos arriba en el 26, un balón muerto que no atrapa el alavés en el 28 y termina Rico con un disparo cruzado. Uys.
Y llegó la media hora. El trencilla se gana la pitada de la Liga que acaba con tarjeta y no de felicitación a Iraola en su partido 445. Saca el Athletic, Iturraspe recorta en la medular, abre para Gurpegi que prolonga por banda hacia el tarjeteado, Iraola pone la curva necesaria a la pelota para que Rico, en plancha, la peine al extremo contrario de la red. Golazo. El Athletic se ponía por primera por delante en el marcador en el nuevo estadio.
No habían pasado dos minutos, cuando un balón largo se lo traga Musacchio, para que Aduriz, que más sabe por viejo que por `zorro', encare a Asenjo y con frialdad, con San Mamés entero en el cogote, la manda rasa al fondo de la meta. Éxtasis.
La grada sacaba a pasear sus bufandas mientras el sirimiri se colaba sin pasar por taquilla. La fiesta no era completa para muchos espectadores. Pero sí para el Athletic. Sobre el pitido, Bruno se iba antes de tiempo a la caseta por doble amarilla. Parecía increíble, pero cierto. Ahora la cuestión era manejar bien esa doble superioridad, en el marcador y en efectivos. Y los de Valverde se pusieron a ello desde el primer minuto.
Control del balón, sin prisa, pero sin pausa. Los rojiblancos arrinconaron el área levantina sabedores de que un tercer gol daba por terminada la alerta amarilla anunciada. Dispuso De Marcos de un par de ocasiones, también Susaeta la pegó alta cruzada, casi la desliza Gurpegi sin querer a la red en un córner. ¡Susaeta que no la empujó en la misma línea de gol a pase de Aduriz! Los leones eran dueños y señores del partido. El tercero tenía que ser cuestión de tiempo, aunque Iraizoz tuviera que emplearse y atajar un chut cercano de Giovanni.
Fue un amago, porque pronto el Athletic le tomó otra vez el pulso al encuentro y de ahí al final, Muniain nos dejó sus mejores minutos de esta temporada pero también su exasperante negación con los metros finales; Iturraspe y Mikel Rico, un doble pivote que a Txingurri le va a dar muchos puntos, se llevaron las ovaciones de la noche al ser cambiados; San José certificó que tiene un imán en los córners; Laporte y Gurpegi se crecieron en labores defensivas... Y el paradón de Iraizoz sobre la base del poste a una falta directa. Hubo tiempo hasta para que Aduriz recibiera el cariño de la grada y Toquero, el `revulsivo' según Valverde, se sumara a la fiesta. El único pero, no remachar con el tercero. El viento sur en San Mamés es ya historia. Lo real y tangible es que el Athletic ya es quinto.
Ernesto Valverde reconoció que cambió la «fisionomía» del centro del campo «condicionado por el rival», ante «un equipo que no te permite el juego por el interior, que te cierra el juego entre lineas por dentro, te roba y te sale al contraataque. Queríamos aprovechar nuestras llegadas por banda, y no perder las vigilancias, porque siempre dejaban dos jugadores arriba muy peligrosos».
Sobre los primeros minutos, Valverde admitió que «el partido estaba siendo difícil de jugar, sobre todo en el comienzo. Era nuestra intención, que el partido fuera fuerte. Ellos venían en buena dinámica y nos interesaba que nosotros fuéramos los que les empujáramos, para evitar las pérdidas y terminar las jugadas». Un Valverde que se mostró «satisfecho por la imagen de solidez» de su equipo, y que optó por Toquero y no por Guillermo «porque el partido estaba abierto y necesitaba un jugador que aportara en defensa y que lleva más tiempo con nosotros».
Andoni Iraola, uno de los destacados, señaló que «el equipo lo ha hecho bien, veníamos de dos partidos sin ganar y necesitábamos una victoria». Sobre Aduriz, dijo que «Aritz es un delantero con gol, el año pasado nos dio la vida». GARA