LAB muestra su repulsa al ministro de Economía por potenciar la precariedad
Juanjo BASTERRA | BILBO
Delegados de LAB se concentraron ayer ante las puertas de la Alhóndiga de Bilbo donde el ministro español de Economía, Luis De Guindos ofreció una charla. La central sindical mostró su repulsa por la presencia del ministro español.
Al término de la concentración, los sindicalistas leyeron un comunicado en el que explicaron que «sabemos perfectamente cuáles son las expectativas económicas de este señor y del Gobierno de Madrid. Sabemos lo que hasta ahora han hecho y sus expectativas y planes de futuro: para que ellos puedan salir de su crisis, la desigualdad, la precariedad y pobreza para amplios sectores de la clase trabajadora son su única alternativa».
Según explicó la central sindical, «hasta ahora ya hemos visto la reforma laboral que facilita el empleo precario y los despidos; la reforma de la negociación colectiva, que destruye los derechos laborales, lo que quieren hacer con nuestras pensiones actuales y futuras. Los derechos los convierten en negocios».
LAB acusó al representante del Gobierno español del PP de «mentir» diciendo que «estamos saliendo de la crisis y que todo va mejor», ya que lo que están haciendo -a juicio de la central sindical- es «seguir poniendo la economía al servicio de los intereses de banqueros y especuladores, seguir concentrando el poder económico en la banca y el sistema financiero convirtiéndolo en el auténtico poder que decide las políticas públicas». Añadió que «queremos que De Guindos se lleve a Madrid un mensaje muy clarito: no vamos a permitir que los derechos sociales como derechos exijibles a las administraciones públicas sean eliminados del ordenamiento jurídico, para pasar a ser actuaciones que sean atendidas en función de las disponibilidades presupuestarias». Tampoco «que los servicios públicos sigan perdiendo su carácter de universalidad», ni «permitiremos que el derecho al trabajo se sacrifique para mejorar dividendos de accionistas». Por lo que rechazaron las imposiciones de Madrid y pidieron a los gobiernos autonómicos que garanticen condiciones dignas.