Koldo CAMPOS Escritor
No le consta
Angela Merkel sospecha que EEUU espía su teléfono; al ministro español de la Guerra no le consta. A François Hollande le preocupa que Estados Unidos oiga sus conversaciones; al presidente del Gobierno español no le consta.
Los cancilleres de Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela en representación de «Mercosur» denuncian en las Naciones Unidas el espionaje de los Estados Unidos en Latinoamérica; al Gobierno español no le consta.
A los ciudadanos estadounidenses les indigna que su propio Gobierno espíe sus conversaciones telefónicas; a la sociedad española no le consta.
Obama niega que su Gobierno espíe teléfonos y correos electrónicos. Al menos, no de «personas comunes», tan comunes como puedan serlo la presidenta alemana o el presidente francés, y se compromete a «revisar» los métodos que usan sus servicios de inteligencia. No obstante las sospechas, preocupaciones, indignaciones, desmentidos y compromisos que en el mundo se declaran y reparten, al Estado español, simplemente, no le constan.
Como tampoco le consta que se pague en «negro», no le constan los sobres, no le consta el blanqueo, no le consta que sea ilegal, no le consta que se adjudiquen a dedo, no le consta el soborno, no le consta el desfalco, no le consta el perjurio, no le consta la malversación, la especulación, el fraude, no le consta el desempleo, no le consta la calle ni la crisis, no le consta nada, absolutamente nada.
¿Que qué me consta a mí? Me consta que no consta, pero que conste, constancia constatable que constatar... Esa es mi constatación. O lo que es lo mismo... ¡que les den!