Tras el pronunciamiento ayer de Fagor Electrodomésticos y de su director general, Sergio Treviño, persisten todavía una serie de incógnitas, sobre todo, por parte de los trabajadores. La cooperativa emitió un comunicado en el que muestra su apuesta por mantener la actividad productiva rentable y buscar nuevas vías de financiación, después de que Treviño reconociera el lunes que para ello precisan de 170 millones de euros que deberían conseguir en el plazo de diez días.

Más allá del futuro inmediato de la empresa en cuanto al preconcurso y el plan de viabilidad, uno de los temas que más preocupa a los socios es la posible responsabilidad que pudieran tener a la hora de hacer frente a la deuda de la cooperativa, de manera que tuvieran que responder con su patrimonio personal, según reconocieron a GARA fuentes de Ahots Kooperatibista.

Ante el eco de esta preocupación, Fagor Electrodomésticos afirma en el comunicado que la responsabilidad de los socios frente a la deuda «está limitada a sus aportaciones al capital social, lo que significa que en ningún caso su patrimonio personal está en riesgo». Añade que, respecto a la responsabilidad frente a las pérdidas, «al igual que cualquier sociedad mercantil y, basándonos en opiniones de expertos, está igualmente limitada al capital social que cada socio tenga en la cooperativa y en este sentido se está trabajando en la modificación de la ley de Cooperativas».

Conviene incidir en este último aspecto, el referido a la ley de Cooperativas, ya que podría entrar en contradicción con la ley Mercantil. Y es que la primera recoge que los socios podrían tener que responder con sus bienes, mientras que la ley Mercantil, de rango superior, sostiene que la responsabilidad se limita al capital que cada socio ha aportado a la empresa.

De hecho, estas mismas fuentes indican que existen sentencias favorables a los socios en casos en los que de acuerdo a la ley de cooperativas se les hizo responder con sus bienes. No obstante, aunque confían en que la prevalencia de la ley Mercantil deje fuera de peligro a los socios, ya que lo contrario «no respondería a la legalidad», reconocen que existe cierto temor entre algunos trabajadores.

Diferentes planes de futuro

En referencia al plan de viabilidad, que la cooperativa adelanta que exigirá un «proceso de fuerte reestructuración», desde Ahots Kooperatibista aseguran que no ha trascendido ningún tipo de información hacia los socios. En esta línea, afirman que perciben puntos de vista diferentes entre Fagor Electrodomésticos y el grupo Mondragon.

A su juicio, Fagor Electrodomésticos se muestra favorable a seguir con el plan estratégico, cerrando las plantas que no son rentables pero manteniendo en marcha la empresa. El propio Treviño indicó que la viabilidad de la cooperativa es posible siempre y cuando reciban la financiación exigida. Por el contrario, fuentes de la corriente crítica sostienen que la actitud de Mondragon se inclina más al cierre de Electrodomésticos, replanteando su futuro con otra forma u otra línea de negocio.

En medio de estas dos posturas se encuentra la del Ejecutivo de Lakua. La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, reprochó ayer a Fagor Electrodomésticos la falta de concreción de su plan de reestructuración para la empresa, al tiempo que reclamó al Grupo Mondragon que se pronuncie sobre su implicación con ese proyecto.

La consejera censuró que la empresa no tenga intención de elaborar otra propuesta de futuro, después de la que anunciara en verano, ya que el Gobierno de Gasteiz le ha reclamado «un plan que sea viable, factible, detallado y ejecutable», para lo que ven necesario «el acompañamiento y la implicación» de todo el grupo Mondragon.

En un hipotético final de liquidación de Fagor Electrodomésticos, Lakua actuaría «tratando de buscar qué parte» de esa empresa sea viable y captar nuevos inversores para mantenerla. En cualquier caso, Tapia apuntó que el grupo Mondragon debería «adaptar» su sistema de gestión para hacerlo más dinámico ante la complejidad que representa la toma de decisiones en las cooperativas.

En esta línea, desde Ahots Kooperatibista reiteran la crítica a la gestión «poco transparente» mantenida en la cooperativa y hacen un llamamiento a «repensar la estrategia en esta situación de globalización». Defienden que, como empresa de economía social, deben primar la información, la participación y las personas.