El Ejército sirio y las fuerzas rebeldes llegaron ayer a un pacto para permitir que 1.800 civiles pudieran huir del asedio a Muadamiya, a las afueras de Damasco, aunque miles de personas seguían atrapadas sin apenas agua, comida o medicinas por los constantes combates que se libran en la zona. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Sociales explicó que la evacuación se llevó a cabo en coordinación con la Media Luna Roja Arabe Siria y otras organizaciones civiles. La de ayer es la tercera evacuación que se lleva a cabo en la zona y, según la ONU, ya han huido de Muadamiya unos 3.000 niños y mujeres. La oposición anunció, sin embargo, que aún hay 12.000 personas cuya vida corre peligro en un área que consideran destruida en un 90%.

«Vivía aterrorizado y ahora soy libre y estoy a salvo con el Ejército, gracias a Dios», afirmó un habitante de Muadamiya que ha pedido no revelar su identidad. «No hay comida ni agua. Ahora salimos con un nuevo ánimo», añadió. Las fuerzas leales a Bashar al Assad han utilizado los asedios como forma de evitar la llegada de suministros a zonas tomadas por los rebeldes, aunque estos bloqueos han terminado por limitar también la llegada de bienes básicos a la población civil. Una monja que participó en la última evacuación, Fadia Lahham, explicó que en el traslado colaboraron miembros del Ministerio de Asuntos Sociales, voluntarios, personal humanitario, población local, oposición e incluso los servicios de seguridad.

La pasada semana la ONU reclamó un alto el fuego urgente en Muadamiya, para permitir que se entreguen alimentos y suministros médicos a los civiles atrapados en medio del conflicto y recordó que «miles de familias» continúan atrapadas en otros lugares de Siria, como Alepo y Homs, y es necesario garantizar que puedan «desplazarse a zonas más seguras sin temor a ser atacadas».

Esta crisis llevó a un grupo de clérigos musulmanes a emitir un edicto religioso (fatwa) para que las personas que vivan en las zonas ubicadas en las afueras de Damasco, puedan comer gatos, perros y burros para evitar morir de inanición.

De acuerdo con un vídeo publicado en internet, los clérigos afirmaron que estaban haciendo una llamada «dolorosa« de auxilio al mundo entero sobre la que describieron como situación desesperada en los suburbios del sur de la capital siria.

Damasco irá a Ginebra 2

Por otra parte, el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, señaló ayer que el Gobierno acudirá la conferencia de paz de Ginebra 2, pero defendió que corresponde a los sirios decidir su futuro político y quien les dirige. «El diálogo en Ginebra será entre sirios y bajo el liderazgo sirio», insistió Mualem. La oposición decidirá la próxima semana su postura, aunque varios grupos han rechazado participar en la conferencia.