Washington replica que fueron los servicios europeos los que espiaron
Estados Unidos no solo ha rechazado las acusaciones sobre el espionaje de comunicaciones telefónicas en Europa sino que ha devuelto la pelota a sus aliados, que demandan explicaciones, afirmando que se trata de datos recogidos por los propios servicios de inteligencia europeos. El general Keith Alexander, director la NSA, aseguró además que EEUU y sus aliados comparten la información que consiguen.
GARA | WASHINGTON
El general Keith Alexander, director de la agencia de inteligencia estadounidense NSA afirmó ayer que las revelaciones de los diarios «Le Monde», «El Mundo» y «L'Espresso» sobre el espionaje de millones de comunicaciones de ciudadanos españoles, franceses e italianos son «completamente falsas».
Ante la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes Alexander insistió «para que quede perfectamente claro, no hemos recogido esas informaciones sobre ciudadanos europeos», y precisó que se trataba de «datos suministrados a la NSA» por sus socios de la OTAN «en defensa de nuestros países y en apoyo de operaciones militares».
Según las citadas revelaciones, basadas en los documentos del extécnico de la NSA Edward Snowden, la agencia estadounidense espió más de 70 millones de comunicaciones telefónicas en el Estado francés y más de 60 millones en el Estado español solo en el espacio de un mes.
Asimismo, el diario «L'Espresso», que cita al periodista Glenn Greenwald, afirma que también los italianos fueron espiados por los servicios estadounidenses y británicos.
«Como la persona que robó los datos clasificados, no han entendido lo que tenían delante de sus ojos», aseguró el director de la NSA.
Confirmaba así la información que poco antes publicaba el diario «Wall Street Journal» según la cual el espionaje telefónico practicado por estos países y atribuido a la NSA lo habían llevado a cabo los servicios secretos europeos y fueron suministrados seguidamente a la agencia de EEUU. Los funcionarios estadounidenses citados por el diario explicaron que los documentos filtrados por Snowden se malinterpretaron y en realidad mostraban registros telefónicos recogidos por los servicios de inteligencia franceses y españoles.
El director de la NSA confirmó además que la inteligencia de EEUU comparte sus informaciones con sus «aliados europeos» y estos, a su vez, con la agencia estadounidense.
En la misma comisión, el director general de inteligencia, James Clapper, que supervisa las 16 agencias de espionaje de EEUU, denunció «un torrente de revelaciones perjudiciales» para el trabajo de estas agencias.
Revisar la política de espionaje
El espionaje masivo realizado por EEUU a sus ciudadanos y a gobiernos extranjeros ha reavivado la polémica, sobre todo a raíz de las revelaciones sobre la vigilancia a 35 líderes mundiales y a millones de ciudadanos en otros países conocidas a través de los documentos filtrados por Snowden.
La Casa Blanca afirmó que revisará sus prácticas en materia de espionaje a dirigente extranjeros, siempre dentro de la ambigüedad con que responde a este asunto.
Un alto responsable del Gobierno estadounidense explicó que Washington estudia declarar ilegales las escuchas de conversaciones de dirigentes amigos, según reveló el diario «The New York Times», aunque esta decisión aún no está tomada. No obstante calificó, bajo anonimato, como «inexactas» las declaraciones de la presidenta de la comisión de Inteligencia del Senado, Dianne Feinsten, quien había afirmado que el gobierno de EEUU aseguró que la recogida de datos de los aliados no continuaría.
Por otra parte, el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español, Félix Sanz Roldán, aunque no se refirió a las declaraciones del director de la NSA, aseguró en una entrevista que el CNI trabaja «siempre dentro de la ley» y que las informaciones que obtiene, con una «eficacia notable», las «mantienen en secreto».
Después de haber sido retrasadas por la crisis presupuestaria de Estados Unidos, las negociaciones entre la UE y EEUU sobre un acuerdo de libre comercio están de nuevo en cuestión por el escándalo del espionaje. La vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, de visita en Washington en medio de la polémica por las escuchas de la NSA en Alemania, Estado francés, Estado español e Italia, lanzó ayer la advertencia. «Los amigos y socios no se espían. Es urgente y crucial que nuestros socios americanos actúen para restablecer la confianza», afirmó Reding. También advirtió que el caso del espionaje «fácilmente podría hacer descarrilar las negociaciones» sobre la protección de datos personales en internet entre Washington y Bruselas.
Mientras, EEUU trata de separar los temas para que la polémica no condicione la negociación. «Las discusiones sobre las actividades de vigilancia de la NSA son distintas de nuestras negociaciones comerciales», afirmó una portavoz de la representación del Comercio Exterior de EEUU, encargada de las discusiones con los europeos. «Sería lamentable que estas cuestiones, siendo importanes, nos desvíen del objetivo común de negociar un acuerdo de gran calidad para el siglo XXI», añadió bajo anonimato. Antes del pasado verano el Estado francés ya amenazó con suspender «temporalmente» las negociaciones después de que las revelaciones de Edward Snowden acusaran a la NSA de espiar las oficinas de la UE en Washington y la ONU. Finalmente, París se avino a una solución de compromiso propuesta por Berlín. GARA
«El teléfono de la canciller Merkel fue encontrado en archivos de inteligencia estadounidenses. Lo que está tratando de hacer EEUU es compartir la responsabilidad», criticó el presidente del comité de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Elmar Brok.