Kerry admite que EEUU ha ido «demasiado lejos» en sus actividades de espionaje
Estados Unidos ha ido en ocasiones «demasiado lejos» en materia de espionaje, afirmó ayer el secretario de Estado, John Kerry, en un primer reconocimiento de Washington de sus prácticas de vigilancia masiva de comunicaciones, después de haber repartido responsabilidades con sus aliados europeos. La polémica no deja de crecer al conocerse la intervención de comunicaciones de Google y Yahoo o el uso de las embajadas australianas para espiar en Asia.
GARA | WASHINGTON
Después de semanas de escándalos, revelaciones y desmentidos entre Estados Unidos y sus aliados europeos, por primera vez un responsable del gobierno estadounidense admite de forma explícita las polémicas prácticas de control e intercepción de comunicaciones y datos por parte de la agencia de inteligencia NSA.
Esta semana, el director de la NSA, Keith Alexander, consideró falsas las revelaciones sobre espionaje a aliados y responsabilizó a estos de colaborar en la vigilancia, pero ayer el secretario de Estado, John Kerry, afirmó que «en algunos casos, lo admito, como lo ha hecho el presidente, (Barack Obama), algunas acciones han ido demasiado lejos y vamos a asegurarnos de que no suceda más».
En una conferencia en Londres en la que participó por videoconferencia, Kerry justificó las prácticas de inteligencia y recogida de informaciones por «la lucha antiterrorista», invocando los atentados del 11 de setiembre de 2011, los del 11 de marzo de 2004 en Madrid o los de julio de 2005 en Londres. Aseguró que desde entonces Washington ha evitado varios atentados gracias a la intercepción de comunicaciones. «Nos esforzamos en reunir informaciones y sí, en este caso hemos ido demasiado lejos de manera inapropiada», admitió el secretario de Estado.
Añadió que Obama está «decidido a intentar clarificar y a reexaminar (estas prácticas) para que nadie se sienta engañado». Pero pese a los intentos por calmar los ánimos por parte de Kerry y a que Obama ha ordenado a la NSA que detenga sus escuchas al FMI y el Banco Mundial (que no se conocían), según un alto funcionario, nuevas revelaciones han alimentado la polémica.
El diario «The Washington Post» reveló que la NSA también interceptó datos de cientos de millones de usuarios de Google y Yahoo, a través del programa denominado «Muscular», en colaboración con el servicio homólogo británico GCHQ.
De esta forma, recopilaron alrededor de 181 millones de elementos solamente el pasado mes de enero, desde metadatos sobre correos electrónicos a elementos de texto, o documentos de audio y vídeo. Yahoo! y Google han negado cualquier relación con estas prácticas.
Escepticismo ruso
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, opinó que EEUU tiene ante sí una tarea complicada para solventar el daño causado por las revelaciones de que ha espiado a dirigentes de países aliados. «No es muy agradable cuando a uno le espían (...) así que los líderes están enfadados y yo les entiendo» declaró Medvedev, que sugirió que este tipo de espionaje no es inusual, pero «se asume que no se hace de una forma tan absolutamente cínica». Escéptico sobre las garantías que puede ofrecer Washington, se preguntó «¿Qué se puede decir en esta situación? ¿`Lo siento, no lo haremos más' o `no intentaremos escucharte'? Nadie lo creería».
«Hemos vuelto con más preguntas que respuestas en la maleta» reconoció con decepción el eurodiputado alemán Jan Philipp Albrecht, miembro de la delegación del Parlamento Europeo que ha viajado a Washington para pedir respuestas. La Eurocámara ha pedido la suspensión del programa de transferencia de datos bancarios en la lucha «antiterrorista» con EEUU.
Los servicios de inteligencia británicos aconsejaron al CNI español y a los servicios franceses, alemanes y suecos sobre métodos de vigilancia masiva de las comunicaciones a través de pinchazos directos a los cables de fibra óptica y de relaciones encubiertas con compañías de telecomunicaciones eludiendo las leyes nacionales, según «The Guardian».
Brasil y Alemania han propuesto en la ONU una resolución para poner fin al espionaje a gran escala y respetar el derecho de la intimidad individual. La resolución, que no menciona a EEUU, será estudiada la próxima semana.
El Gobierno alemán se mostró ayer receptivo, aunque cauteloso, tras el anuncio de Edward Snowden, el extécnico de los servicios secretos de EEUU que denunció el programa de espionaje estadounidense, de que estaría dispuesto a declarar ante la justicia o el Parlamento germanos. El ministro de Interior, Hans-Peter Friedrich, aseguró que Berlín «encontrará la forma de hacer posible esta conversación, una vez que Snowden esté preparado». Poco después, el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, matizó esas declaraciones enmarcándolas en los intentos de Berlín por aclarar en detalle las acusaciones de que EEUU ha capturado millones de metadatos de comunicaciones en Alemania y que mantuvo pinchado un móvil de la canciller Angela Merkel durante años.
El parlamentario de Los Verdes y miembro de la comisión de secretos oficiales del Bundestag, Hans-Christian Ströbele, mantuvo una reunión con Snowden en Moscú. El extécnico de la CIA mostró su disposición a declarar y le entregó una carta para el Gobierno alemán, el Bundestag y la Fiscalía, en la que señalaba que «confío en que con el respaldo de la comunidad internacional, el Gobierno de EEUU abandonará esta conducta dañina». «Snowden está sano y con buen aspecto» y «ha dejado claro que sabe mucho», afirmó Ströbele. Buscado por EEUU, Snowden no puede salir de Rusia porque perdería su estatus de refugiado por lo que debería declarar desde Rusia, aunque su abogado, Anatoli Kucharena, señaló que Snowden prefiriría hacerlo ante el Congreso de Estados Unidos. GARA