El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó ayer una nueva «ley antiterrorista» que obliga a los familiares de los responsables de cualquier tipo de atentado a pagar los daños causados por los ataques.

La medida, aprobada por el Parlamento ruso en octubre, queda ratificada a pocos meses del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014 y en el marco de la lucha contra las milicias que operan en la región del Cáucaso Norte.

Las autoridades rusas temen un aumento de la actividad guerrillera según se aproxime la inauguración de los Juegos, que se celebrarán cerca del Cáucaso en febrero de 2014.

Bajo esta nueva ley, los daños materiales y morales infligidos en un atentado deberán ser compensados por el «responsable, familiares o cualquier otra persona cuyo bienestar dependa de una relación personal con el culpable».

Asimsmo, permite la incautación de los bienes de los familiares y personas cercanas a los condenados si sus propietarios no pueden demostrar su adquisición legal.

Las nuevas leyes contemplan además penas de entre 15 y 20 años de cárcel por la formación de «organizaciones terroristas» y de 5 a 10 años por ser miembro de uno de tales grupos.

En el caso de grupos armados ilegales, la pena será de entre 3 a 10 años de prisión, y si estos son creados en el extranjero y están dirigidos contra los intereses de Rusia, de hasta 6 años de privación de libertad.

Entrenamientos

Además, se estipulan penas de entre 5 y 10 años de cárcel para aquellos que se sometan a entrenamientos, sean físicos o teóricos, «con el fin de cometer acciones terroristas.»

Al firmar estas leyes, Putin también ha endurecido el castigo contra aquellos que hagan llamamientos públicos a cometer acciones extremistas, que ahora pueden ser condenados a entre 3 y 10 años de cárcel.

El pasado 21 de octubre seis personas murieron y otra treintena resultaron heridas en el atentado cometido por una mujer procedente de la república norcaucasiana de Daguestán en un autobús en marcha en Volgogrado.