Mario Fernández se centra en Kutxabank
El extesorero del PNV de Bizkaia releva a Fernández al frente de BBK
Xabier Sagredo sustituirá a Mario Fernández al frente de la BBK. Fernández, según los estatutos de la caja, no podía continuar después de que ayer cumpliera los 70 años. Aun así, el ya expresidente de BBK seguirá siendo el máximo responsable de Kutxabank. Sagredo toma las riendas de la entidad vizcaina en una fase crítica, justo después de que se anunciaran unas negociaciones para deshacerse de un 7% de sus acciones del banco que se desarrollarán en secreto.
Aritz INTXUSTA | BILBO
Mario Fernández cumplió ayer 70 años y esto le obligó a dejar libre el asiento de presidente de la BBK, puesto que así lo indican los estatutos de la caja vizcaina. Esto no implica que Fernández haya perdido su condición de hombre fuerte de Kutxabank, puesto que la norma no se quiso extender al banco de cajas y el verdadero cargo de poder, la Presidencia de Kutxabank, sigue siendo suya. El sillón vacío en la caja vizcaína ha sido ocupado automáticamente por Xabier Sagredo, cuya ascensión en BBK ha resultado meteórica.
Sagredo, pese a su juventud relativa (tiene solo 41 años), proviene de la ejecutiva de Bizkai Buru Batzar y, además, hace tan solo unos meses que dejó de llevar las cuentas del partido. También se le considera uno de los hombres de más confianza de Andoni Ortuzar. Junto a ello, destaca en su currículum haber ejercido durante cinco años como directivo (consejero delegado) de Transitia, una UTE especializada en concesiones de obras públicas en la CAV y con vinculación con varias de las más polémicas, como la de los túneles de Artxanda, la Super Sur o San Mamés Barria. También tiene experiencia en banca, dado que llevó el Área de Expansión de Ipar Kutxa durante diez años (fue nombrado director de ese área con 25 años y se mantuvo en el cargo hasta 1997, cuando pasó a Transitia).
El relevo de Fernández al frente de la BBK (que sigue teniendo, con su 57% de acciones, la mayoría incontestable en la toma de decisiones del banco) estaba ya previsto. Sagredo entró en noviembre del año pasado directamente a la vicepresidencia de la BBK, cuando por todos era sabido que el cumpleaños de Fernández le obligaría a dejar las riendas.
Pese a todo, el PP vizcaino puso ayer el grito en el cielo por el nombramiento, aún provisional, de Sagredo. Antón Damborenea aseguró que el PNV «no está por la labor de cumplir» con el principio de independencia de los gestores de las cajas y mencionó expresamente la nueva Ley de Cajas del Estado español, que golpea directamente a la BBK.
La semana pasada, PNV y PP se pusieron de acuerdo para, vía enmienda, evitar que la BBK tenga que asumir un fondo de autorrescate para el banco, a cambio de que se deshaga de un 7% de sus acciones de Kutxabank y rebaje su participación al 49,9%. La BBK ya anunció que iniciará una serie de negociaciones secretas con el Banco de España para vender este paquete de acciones. Por ello, que sea ahora Sagredo quien dirija esta fase crítica (a la espera de que se le confirme por el Consejo de Administración o si, finalmente, su nombramiento tiene que ir a la Asamblea) no resulta baladí en absoluto.
Madrid ha concedido a la BBK cinco años para culminar esta venta de acciones, que, además, es justo el tiempo en que las decisiones de la caja pueden estar amparadas por el paraguas de Fernández, dado que aunque ha esquivado la jubilación forzosa en BBK (70 años) pasando a Kutxabank, estará obligado a dejar esa presidencia al cumplir 75.
El papel de Fernández en este proceso será clave, sobre todo porque no está claro si (para lograr «independencia») bastará con que la BBK rebaje su participación del 57% al 49% o si serán las tres cajas las que deban bajar del 100% a menos de la mitad para evitar el fondo de rescate.
Sagredo fue nombrado director del Área de Expansión de Ipar Kutxa con solo 25 años. Dejó la entidad para convertirse en consejero delegado en Transitia y gestionar obra pública. De ahí, a tesorero del BBB y desde ayer preside la BBK, que afronta un momento crítico.