El Ibex no pudo culminar su ataque a los 9.900 puntos y se conformó al cierre con presentar ganancias moderadas. El sesgo de la sesión fue positivo, pero flotaba en el ambiente cierta precaución por lo que pueda acontecer con la reunión del jueves del Banco Central Europeo (BCE) y el dato de desempleo del viernes en Estados Unidos. Aunque no se esperan grandes cambios en las palabras del presidente Mario Draghi, que apostará otra vez por mantener los tipos en el 0,50% a pesar de la caída de la inflación al 0,7%, y ratificará su posición de favorecer la estabilidad del sector financiero como medio de asegurar la recuperación económica. Por otro lado, el dato del paro y la creación de puestos de trabajo en EEUU se antoja más relevante, dada su influencia en la toma de decisiones de la Reserva Federal, aunque todas las expectativas se centran en el alargamiento del programa de compra de deuda. En este contexto, mezcla de optimismo contenido y expectación por las citas de la semana, el Ibex se anotó un 0,36%, hasta los 9.873,80 puntos. Los avances del resto de Europa fueron del mismo tenor. Londres ganó un 0,43%, París, un 0,36%, y Fráncfort, un 0,33%. En el Ibex, los bancos se convirtieron en el principal lastre para derribar la barrera de los 9.900 puntos. Así, Popular, el peor del día, bajó un 1,07%, mientras que Caixabank, Bankinter y Sabadell también acababan en negativo, aunque sus pérdidas eran inferiores al 0,50%. De los ganadores, los mas fuertes eran ArcelorMittal (+2,58%) y Endesa (+2,26%). En París, brilló al alza Lafarge (+4,48%), frente a Gemalto (-1,43%), el peor de la jornada.