Ion SALGADO

El 11 de enero una marea solidaria tomará las calles de Bilbo para defender los derechos humanos de los presos y las presas vascas. Apuntan ya a una concentración sin precedentes que aspira a convertirse en la «mayor ocupación de espacio público de la historia reciente de Euskal Herria». Así lo anunciaron ayer en Gernika los promotores de la iniciativa Tantaz Tanta, que aprovecharon su presentación en sociedad para avanzar los pormenores de la concentración. «No va a ser una manifestación, sino un mar, una expresión individual y colectiva compuesta por decenas de miles de gotas en la que no habrá una pancarta al uso, ni declaraciones de políticos, ni un comunicado que se lee al final», destacaron en la planta baja de la fábrica Astra, donde se dieron cita cerca de 200 personas.

Un grupo plural, formado por políticos, sindicalistas y otras personas comprometidas con la resolución del conflicto, que se reunieron temprano, a las nueve de la mañana, para analizar la caracterización de la iniciativa y discutir el papel que deben jugar las personas en la defensa de los derechos humanos de los presos vascos. A este respecto, los impulsores de Tantaz Tanta, entre los que figuran Eneritz Artetxe, Mikel Astarloza, Maite Bidarte, Jone Galarza, Itziar Rekalde y Amets Martínez de Heredia entre otros, recordaron que las personas son gotas de agua que pueden llegar a formar un mar si se unen y trabajan juntas.

Tal como reza el manifiesto de Tantaz Tanta, presentado al término de la sesión de trabajo, «somos gotas que venimos de mil fuentes. [...] Somos, por lo tanto, gotas diferentes que confluyen en el lema `Derechos humanos, resolución, paz. Euskal presoak Euskal Herrira'. Una marea de gente que comparte tres reivindicaciones básicas: final de la dispersión, libertad de los presos y presas gravemente enfermas y aplicación de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos».

Estas tres peticiones, legítimas y legales, aúnan a personas de diferente ideología y procedencia, que quiere mirar al futuro y apuestan por cerrar las heridas generadas durante las últimas décadas. «Por eso pedimos el respecto a los derechos humanos de todas las personas y el final de las medidas de excepción que siguen aplicando a presos, exiliados y a todo su entorno afectivo. Porque creemos firmemente que esta política penitenciaria es un obstáculo para la resolución y la paz, y que es necesaria la implicación social para desatascar la situación», destaca el texto.

«Activas e incluyentes»

Las ideas del manifiesto también quedaron reflejadas en un vídeo de tres minutos. En el mismo, Tantaz Tanta denuncia la actitud de Madrid y París, que han decidido «utilizar la política penitenciaria como cerrojo para mantener el conflicto en la situación anterior, incidiendo en las vulneraciones de derechos humanos y propiciando una atmósfera de no soluciones y de caminos bloqueados».

Para acabar con esta situación, la iniciativa defiende la puesta en marcha de dinámicas «activas e incluyentes, que sean capaces de recoger y representar ese estado de opinión general por un cambio de fondo en la política penitenciaria». «Esas dinámicas son las que trataba de poner en marcha Herrira, y por eso el Gobierno español decidió dinamitar el movimiento», destaca el vídeo.