Una de las principales demandas de la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) es la creación de un fondo de compensación para los afectados. Javier Marqués entiende que se ha paralizado el proceso y, sin embargo, el amianto sigue hundiendo a familias y llevando a extrabajadores a la muerte sin que la Administración, ni los empresarios ni las mutuas adopten una salida mínima.

¿Por qué es tan importante ese fondo de compensación?

El fondo de compensación lo que haría es aliviar todos los juicios que se están realizando y que las personas no vuelvan a pasar por todo el proceso que ha conllevado su enfermedad: recordarlo, sufrirlo y al final el trabajador y las familias tienen que demostrar que allí donde trabajó había amianto. La gente sufre muchísimo reviviendo aquellos momentos. Es un calvario.

¿Por qué ese fondo no se pone en marcha ?

No lo ssé. La exdirectora de Osalan, Pilar Collantes, lo fijó en su día en 25 millones de euros.

¿Hubo un poco de trampa en la ponencia que se puso en marcha en el Parlamento de Gasteiz porque al final lo que se iba a hacer era demandar a Madrid que enviara esa cantidad?

Así es. Creíamos que era importante, que se trataba en el Parlamento con una dimensión importante, pero se trasladaba a Madrid para que aportase el fondo. El fondo se tiene que aportar ya desde las instituciones públicas, de las empresas porque lo han utilizado, y desde las mutuas, que no han sabido controlar ni poner medios para que no afectara a la salud de los trabajadores.

Más de un siglo después de que apareciera el primer caso de asbestosis en Gran Bretaña, ¿qué piensa de que todavía se esté discutiendo sobre sus virtudes de ese mineral cuando es generador de cáncer?

Es inadecuada esa discusión. Está totalmente demostrado que produce enfermedades como asbestosis, mesotelioma y cánceres de pulmón. No es de recibo que cuando los médicos detectan esa enfermedad tengas que demostrar que en la fábrica o lugar de trabajo había amianto. Las empresas no lo reconocen, aunque luego van a juicio para decir que han puesto medidas de prevención, cosa que no han hecho.

¿Cree que solo ha salido la punta del iceberg en este tema?

No solo es la punta del iceberg en las empresas, sino está en todos los sitios. La punta de iceberg la vemos en los trabajadores en la industria, pero hay mucho más por ahí que no sale.

¿Cuántos trabajadores considera que han trabajado de forma directa con amianto?

En Euskadi se considera que hay unos 25.000 trabajadores afectados, pero Osalan tiene registrado muy pocos. No llegan a 6.000. Estamos hablando en industrias que tienen o han trabajado con el amianto. Hay cantidad de personas que no quieren saber nada: ni hacen reconocimientos, ni protocolos amianto por miedo de que te detecten la enfermedad. Y en empresas muy pequeñas a la hora de entrar en juicio, ves que esas empresas se pueden cerrar y los compañeros se van a quedar en la calle. Muchos desisten de demandas. Hay miedo a salir a la luz pública. Es necesario, porque supondrá mejorar la prevención, la calidad de vida y disponer de mejoras. Porque hay un fondo económico que tienen las mutuas para estos temas que no se está utilizando para mejorar el bienestar de los trabajadores. Se lo quedan.

¿Cuántas consultas recibe Asviamie cada mes?

Entre ocho y diez personas acuden cada mes a consultas. No quiere decir que vaya más adelante. Estamos viendo que en Gipuzkoa hay un toque de atención en los casos de amianto y los médicos nos los remiten. Creemos que el paso que deben dar, a la vez, es comunicar a la Seguridad Social para que se empiecen los trámites de enfermedad profesional.

Comenta de Gipuzkoa, pero eso no curre en el resto de territorios. ¿No es así?

Así es. La pregunta típica que nos hacen es ¿usted fuma? Si es así, nos dicen que es por tabaco.

El Tribunal Supremo ya ha marcado jurisprudencia que una cosa es el tabaco y otra es el amianto en los pulmones.

Lo que está demostrado es que el tabaco con un problema de amianto lo agrava, pero no tiene que ver una cosa con la otra.

¿Demanda mayor implicación de Osakidetza, Osalan y Seguridad Social?

Sí, sin duda alguna. Ante el menor síntoma entre trabajadores expuestos al amianto, que no se dilate. Que haya un centro de referencia para se agilice el control y para que la calidad de vida del enfermo no se resienta. Se trata de localizarlo cuanto antes y, a la vez, poner en marcha el reconocimiento de la enfermedad profesional.