La Real solventó con sobresaliente el primer bloque de cinco partidos al ganar tres, empatar uno fuera y perder ante un equipo que ha ganado once de los doce partidos de Liga. La apuesta para llegar bien a ese comienzo se pagó después en el segundo bloque, con tres empates y cuatro derrotas y el tercero se cerró, pese a la decepción de ayer, con un notable con tres victorias -una de ellas en Valencia-, dos empates ante el Manchester y en Valladolid, y derrotas en campos de dos rivales que pertenecen a un grupo selecto que está muy por encima de la Real. No merece la pena quedarse con estos partidos en campos en los que van a perder todos o casi todos los equipos. Hay que olvidarlo cuanto antes porque tras una semana de descanso se encarará el cuarto bloque exigente y muy importante de ocho partidos hasta Navidades, cuatro de Liga ante equipos inferiores, dos de Champions contra rivales accesibles y dos de Copa con un Segunda B.