Campeonato del Cuatro y Medio
Irujo supo adaptarse a tiempos de guerra
El de Ibero arrancó muy incómodo y Xala gestionó pequeñas rentas hasta el ecuador del partido, cuando el navarro reaccionó a base de intensidad.
XALA 13 - MARTÍNEZ DE IRUJO 22
Jon ORMAZABAL
Su mayor determinación y capacidad de sufrimiento permitieron a Juan Martínez de Irujo sacar adelante su primer punto de la liguilla de cuartos y evitar el precipicio en el partido que tanto él como Xala jugaron ayer sin red en el Ogeta gasteiztarra. Sin estar excesivamente brillante, el de Ibero sí que supo adaptarse a la exigencia del choque y plantearle a su rival un cuerpo a cuerpo que el de Lekuine terminó rehusando, despidiéndose así prácticamente de sus opciones de seguir con vida.
Y eso que el lapurtarra dio la sensación de tener el partido controlado hasta su ecuador, al que llegó con dos tantos de ventaja (11-9). Hasta ese instante, su excelsa calidad y los fantasmas y los dolores de su contrincante le habían servido para ir por delante en el marcador en todo momento, eso sí, sin llegar a gestionar rentas demasiado importantes. Desde el primer saque que la chapa del juez le concedió, el navarro evidenció que su derecha no le ofrecía plenas garantías -hasta botó mal la pelota-, no exigió a Xala y, desaprovechada esa circunstancia, el navarro estuvo muy incómodo sobre el exigente Ogeta. Xala se dio cuenta de esta circunstancia y le buscó repetidamente su mano dañada y mandar en el marcador con bonitos tantos.
Apuesta por la velocidad
Pero el de ayer no era un día para el lucimiento. El de Lekuine no posee el instinto del que hizo gala Olaizola siete días antes -cometió dos faltas de saque por pasa en el 9-7 y el 12-17- permitió que Irujo no se descolgara y se quedó sin capacidad de reacción en cuanto el de Ibero fue amoldándose a la situación a base de ritmo.
El delantero navarro dio con la fórmula de darle velocidad a la pelota, elevó el ritmo del partido y Xala no le siguió. Confío todas sus opciones a su clase, arriesgó a la mínima, pero estando exigido, su porcentaje de acierto lo derrumbó.