ŤAllende los maresť nos invita a un viaje oceánico a la caza de la ballena
N. BELASTEGI | DONOSTIA
Un viaje en el tiempo al siglo XV en el que se mezclan la caza de la ballena de los marineros vascos, la sociedad posterior a la conquista de Nafarroa y un crimen a sangre fría da como resultado «Allende los mares» (Hiria), la primera novela del bergarés Yon Suinaga.
Ingeniero del grupo Fagor de profesión, Suinaga siempre ha tenido la afición de la escritura. Hasta ahora ha escrito cuentos, ha participado en diferentes medios con sus artículos de opinión y ha publicado un libro de tirar cómicas, por lo que le parece lógico que lo siguiente que hiciera sería una novela. «Escribo sobre lo que leo -confiesa- y siempre me ha fascinado la caza de la ballena, así que cuando decidí escribir la novela tenía claro que quería escribir sobre ello. También tenía claro el título porque para mi habla de viajes y aventuras». También le gustan los temas históricos y la novela negra, por lo que era previsible que todos ellos se fundieran en una sola historia.
La novela invita al lector a subirse a una txalupa en busca de las ballenas, en una época, finales del siglo XV, en la que el oficio está en decadencia. Sin embargo, para los pueblos vascos sigue siendo una actividad destacada. Un terrible crimen trastoca la vida de Korta, el principal sospechoso, que se ve obligado a huir hacia las tierras de los reinos de Nafarroa y Castilla. Nafarroa todavía añora las tierras perdidas y los reyes castellanos imponen su poder y la inquisición siembra el terror.
«Quiero que el lector se sumerja en la época, y creo que se relata bastante bien cómo se vivía. Finales del siglo XV es una época fascinante en la que pasaron muchas cosas. Al final el libro es como un cuaderno de viaje de esa época», explica.
Documentarse, lo primero
Comenzó a escribir la novela de vez en cuando, hasta que se dio cuenta de que debía dedicarle más tiempo. «Al final me lo tomé en serio y he estado así un año y medio. Lo que más me ha costado ha sido la documentación porque cualquier objeto del que hables o cualquier frase hecha hay que verificar que responden a la época», afirma.
Para ello utilizó lo aprendido en los libros sobre ballenas y asistió a diferentes exposiciones sobre el tema. Para el resto de información consultó libros y revistas especializadas sobre viajes oceánicos, así como internet. La portada, en la que se ilustra el momento en que la ballena es arponeada, la realizó su amigo Ricardo Azkargorta.