El peso de los representantes de PSE y PSN dentro del PSOE se ha incrementado en los últimos tiempos. Y podría hacerlo más en caso de que alguno de los supuestos aspirantes (Patxi López o Eduardo Madina son los que más suenan) a encabezar la lista de las próximas elecciones españolas se impusiese en una carrera todavía sin fecha. A ellos se les suma un veterano como Ramón Jáuregui, que ha sido el encargado de coordinar los debates de la conferencia política, o Juan Moscoso, bien posicionado en la actual dirección. Sin embargo, la mayor presencia de líderes procedentes de Euskal Herria en importantes puestos en Ferraz no ha tenido su reflejo en la implicación del PSOE en la resolución del conflicto político. Ni siquiera en situar el tema dentro de la agenda. Al contrario. Pese al nuevo ciclo abierto por ETA, las referencias vascas han desaparecido por completo. De hecho, ninguna de las más de 12.000 enmiendas presentadas abordaba una cuestión en la que el PSOE se ha limitado a quedarse a un lado y no criticar las decisiones que, sobre esta cuestión, adopta el Ejecutivo que lidera Mariano Rajoy.

«Nos hemos dedicado a otras cosas», indicaba Patxi López, que insistía en que esto no implica que su formación «no dé importancia» a la situación abierta en Euskal Herria. «Eso es algo que hablaremos allí», indicó el exlehendakari. Lo cierto es que, dentro del PSOE existe la sensación de que, con el frente soberanista abierto en Catalunya, poner el foco sobre Euskal Herria podría reabrir más tensiones dentro del debate sobre el derecho de autodeterminación. También es verdad que, en el caso vasco, queda pendiente todo el trabajo relacionado con presos, víctimas, desarme o leyes de excepción. Unas cuestiones sobre las que el PSOE ha decidido no entrar. Un posicionamiento que tampoco termina de gustar a todos. Odón Elorza, exalcalde de Donostia, reconocía ayer echar en falta una declaración de intenciones más clara que se alejase del seguidismo del PP.