sigue sin perder en el nuevo campo, con 14 puntos de 18 posibles
Siempre nos quedará San Mamés
La revolución de Valverde en el once inicial no tuvo el efecto deseado en el juego, pero los suplentes firmaron una nueva remontada.
ATHLETIC 2 - LEVANTE 1
Asier AIESTARAN
El Athletic sumó tres puntos más como local, y ya van 14 en seis jornadas, gracias a una nueva remontada en el nuevo San Mamés. Si algún aficionado se temía que el cambio de escenario podía hacer perder el recurso a la épica que tantos frutos dio en el viejo estadio, está claro que se equivocaba. El paso adelante de los leones en la segunda parte, en gran medida por los cambios efectuados por Valverde, y el empuje de una hinchada que se volcó con los suyos permitieron neutralizar el planteamiento ultradefensivo por el que apostó Joaquín Caparrós.
No obstante, no conviene que los resultados impidan analizar los problemas que tiene el equipo a la hora de desplegar su juego. Descontento con lo visto en el Vicente Calderón, Valverde hizo una pequeña revolución en su once inicial, optando por Iturraspe y Beñat como pareja de pivotes, colocando a Iker Muniain de media punta y haciendo debutar al joven Guillermo Fernández como nueve. Óscar de Marcos fue el elegido para el lateral zurdo, mientras que Laporte se recuperó a tiempo y también fue titular. Una revolución sin demasiado éxito.
Aunque sin llegar al extremo de lo sucedido contra el Elche, los rojiblancos cuajaron una decepcionante primera mitad, en la que fueron claramente de más a menos. Y eso que el equipo entró al partido con intensidad, llevando la iniciativa y creando las primeras ocasiones. Ibai Gómez, el jugador que más peligro creó en su flanco izquierdo, puso en apuros a Keylor Navas dos veces en cinco minutos, y solo la buena actuación del meta costarricense evitó que el Athletic se adelantara rápidamente en el marcador.
La superioridad en el juego de los rojiblancos continuó durante la primera media hora de juego, con hasta tres buenas ocasiones que no acertaron a materializar. Primero fue Guillermo el que, a pase de Iturraspe, se internó en el área y estrelló el balón en el portero. Luego llegó un flojo disparo de Markel Susaeta terminando una buena jugada de Ibai. Y finalmente, otra vez en la misma conexión, Susaeta desperdiciaba la oportunidad más clara de los leones rematando el balón casi a la banda cuando estaba totalmente solo dentro del área.
Pero como sucede en estas ocasiones, David Barral se encargó de castigar esa falta de puntería marcando el 0-1 que dejaba helada a la afición. El gaditano ya había dado el primer aviso a los siete minutos, rematando de cabeza un córner que Andoni Iraola sacó bajo palos, pero a la segunda no falló. Una gran jugada de Jordi Xumetra por la derecha, marchándose con potencia de De Marcos y Laporte, lo remataba en dos ocasiones y haciendo inútil la primera parada de Gorka Iraizoz.
El peor escenario
El gol hizo mucho daño al Athletic, que a partir de ese momento y hasta el descanso fue incapaz de crear ninguna ocasión más de gol. Al Levante, por contra, el choque se le ponía justo donde quería, con la confianza de no haber encajado ni un tanto en sus tres anteriores salidas, saldadas con dos resultados de 0-1 y otro de 0-0. Lejos de disimular, Caparrós afrontó la segunda mitad con una defensa de cinco y un central más, toda una declaración de intenciones.
Valverde, por su parte, volvía a cambiar de piezas drásticamente, dejando en los vestuarios a Beñat y Muniain -lejos del nivel que se les presupone- y dando entrada a Mikel Rico y Aritz Aduriz. La mejoría fue notable y poco a poco los locales comenzaron a llevar el «uyyy» a la grada con cierta continuidad. Con casi todas las cartas sobre la mesa -el Levante también obligó a salir del área a Iraizoz en un par de aproximaciones-, el resultado iba a depender del acierto que tuvieran los rojiblancos ante un inspirado Keylor Navas, que volvió a lucirse con una gran intervención en el minuto 61 tras buen remate de Aduriz.
El último recurso de Valverde fue sacar a Gaizka Toquero, que esta misma semana reconocía sentirse a gusto en el papel de revulsivo. Y esta vez sí, esta vez la apuesta resultó la ganadora. Un centro del gasteiztarra por la derecha, que con su pundonor volvió a encender la mecha de San Mamés, lo despejó alto el portero granota, para que Mikel Rico enganchara una preciosa volea desde el punto de penalti logrando el gol del empate. Y diez minutos después, el propio Aduriz hacía el segundo rematando con la testa desde muy lejos un centro de Iturraspe.
La parroquia rojiblanca se quitaba un peso de encima tras un partido en el que el desacierto local, el rácano juego del rival y las continuas interrupciones permitidas por el colegiado no dejaron disfrutar en ningún momento. Una pena que la fiesta se viera empañada en el descuento por la injusta expulsión de Aritz Aduriz, que se perderá el partido de Málaga tras encararse inocentemente con Simao.
Ernesto Valverde destacó el «mérito» de su equipo para remontar un marcador adverso en San Mamés por quinta vez en lo que va de temporada, aunque admitió que el «gran esfuerzo» les hizo acabar «exhaustos» en la segunda mitad. «El peligro es que cuando estás perdiendo tienes que arriesgar mucho, pero remontar de cara a la moral del equipo es significativo porque demuestra que el equipo está preparado para superarlo», subrayó el técnico rojiblanco.
Al ofrecer su visión el partido, Valverde comentó que, «a pesar de empezar con ritmo», según fue avanzando el primer tiempo el juego se fue «haciendo más lento» y sus futbolistas se fueron «quedando lejos de la portería».
En su opinión, interesaba «un partido rápido y de ritmo desde el primer minuto al último. Si es así, tenemos muchas opciones de dominarlo, si se va parando no es bueno para nosotros», comentó Valverde, quien también valoró positivamente la aportación del debutante Guillermo Fernández.
«Es muy rápido y nos puede ayudar porque nos hace falta un jugador que corra detrás de la defensa. Le he visto bien», señaló, antes de avanzar que aunque la semana que viene jugará con el filial al haber parón en Primera, el canterano continuará por ahora integrado en la primera plantilla.
Sobre la expulsión de Aduriz en el tiempo extra, dijo que el delantero le comentó en el vestuario que Simao «le ha provocado dándole un pisotón, Aritz le ha agarrado un poco del cuello y se ha tirado. Viendo las imágenes seguramente recurriremos la tarjeta». Un Valverde que valoró muy positivamente el botín de 23 puntos obtenido en las 13 primeras jornadas de Liga. «Como diría Caparrós, firmaría con sangre rojiblanca otros 23 en los 13 siguientes», bromeó.
El entrenador del Levante, por su parte, lamentó la falta de contundencia de su equipo a la hora de defender las jugadas de los dos goles del Athletic. «No hemos defendido contundentemente en esas acciones, pero es difícil defender esas jugadas al Athletic. Sabíamos que ese es su punto fuerte. En el primer tiempo apretamos, metimos el gol y defendimos lejos de la portería, pero después es el contrario el que te hace replegar», explicó el técnico andaluz.
«No es buena ni mala suerte, el resultado ha sido la confirmación de los méritos de unos y otros», valoró, antes de añadir sobre el nuevo campo que «es espectacular. Aunque esté todavía sin terminar es un campo XXXXXXL. Es un alegrón venir aquí y una señal de que el Athletic es un club muy grande».
Aritz Aduriz disputó su partido oficial 150 con el Athletic. El ariete guipuzcoano ha participado en 133 partidos de Liga (39 goles, el último ayer mismo), 11 de Copa (2 goles) y 6 de Liga Europa (3 goles) a lo largo de seis temporadas divididas en tres etapas diferentes. Mikel San José, el otro jugador que podía llegar a esa cifra, no saltó al césped y seguirá con 149 partidos como rojiblanco.
El Levante, que hace cinco meses pasó a la historia por ser el último equipo que logró ganar en partido oficial en el viejo San Mamés, no pudo convertirse en el primer visitante que gana en el nuevo campo. Con el de ayer, el Athletic lleva seis partidos sin perder en el nuevo estadio (cuatro triunfos y dos empates), mientras que el Levante solo ha ganado una vez en la capital vizcaina (seis derrotas y dos empates).
