GARA > Idatzia > Mundua

El supertifón deja miles de muertos y un caos total en Filipinas

La Policía estima que ha podido causar más de 10.000 fallecidos, aunque saberlo es aún imposible. Autoridades locales piden la ley marcial mientras el presidente les señala.

p020_f01.jpg

p020_f03.jpg

GARA |

En Vietnam, donde se espera que la tormenta llegue hoy por la mañana, más de 600.000 personas fueron evacuadas, aunque el tifón perdió fuerza en su paso por el mar del Sur de China. Pekín ha activado la alerta roja, la de mayor gravedad, por el tifón, después de que una embarcación con seis tripulantes desapareciera en dicho mar a causa de este fenómeno.

Dos islas del centro del archipiélago filipino, que se encontraban en plena trayectoria de Haiyan cuando sacudió la zona el viernes de madrugada, han sido especialmente afectadas.

«Nos reunimos con el gobernador [de la provincia de Leyte] la pasada noche y basándonos en las estimaciones del Gobierno, hay 10.000 víctimas», declaró a la prensa Elmer Soria, un alto responsable policial de Tacloban, la capital de la provincia de Leyte, en la isla del mismo nombre. Se teme que esa cifra crecerá de forma importante una vez que los servicios de rescate consigan entrar en la ciudad de Guiuan, el primer punto de contacto del supertifón, donde residen cerca de 40.000 personas con las que se ha perdido todo contacto.

En Samar, punto de entrada del tifón en el país el viernes, se confirmó la muerte de al menos 300 personas en la pequeña ciudad de Basey, y 2.000 están desaparecidas en toda la isla, indicó Leo Dacaynos, miembro del consejo de gestión de catástrofes, en la radio DZBB.

También se confirmó la muerte de otras decenas de personas en otras ciudades y provincias devastadas por el supertifón en un frente de 600 km. Numerosas localidades permanecían incomunicadas y las autoridades parecían superadas por la magnitud de la catástrofe y el número de víctimas por rescatar.

Casas destruidas, postes eléctricos arrancados, vehículos volcados y supervivientes aturdidos deambulando por las calles: el paisaje que dejó el paso de Haiyan, acompañado por vientos de más de 315 kilómetros por hora, recordaba a muchos el dejado por el tsunami en Asia (sobre todo en Indonesia) en diciembre de 2004.

«Se trata de destrucciones masivas. La última vez que vi algo parecido fue durante el tsunami en el Océano Indico», que dejó 220.000 muertos en 2004, afirmó Sebastian Rhodes Stampa, jefe del equipo de la ONU encargado de la gestión de desastres que se encontraba en la ciudad de Tacloban.

El meteorólogo Stéven Testelin, de Météo-France, asegura que Haiyan alcanzó una intensidad jamás registrada hasta la fecha. En declaraciones a France Presse, el especialista afirma que nunca hasta ahora se habían registrado vientos de más de 360 kilómetros por hora en tierra, y que también la velocidad del viento en el mar ha superado en este caso todos los registros anteriores.

En Vietnam, las autoridades evacuaron «más de 174.000 hogares, lo que equivale a más de 600.000 personas», según un comunicado del Ministerio vietnamita de Control de Inundaciones y Tormentas.

Cambio de trayectoria

Se espera que la tormenta llegue al país hoy mismo, por la mañana, 24 horas después de lo previsto inicialmente, después de que el tifón cambiase repentinamente de trayectoria, lo que obligó a realizar evacuaciones masivas en la provincia de Nghe An, en el norte, a unos 230 km de la capital, Hanoi.

Haiyan «avanza rápidamente hacia el norte/noroeste, a una velocidad de 35 km/h», indicó la agencia de meteorología vietnamita. Debería tocar tierra a las siete de la mañana (hora local), degradado a categoría 1 y con vientos de hasta 74 km/h.

Por lo que respecta a China, Haiyan sacudió ayer parte de la costa de la isla de Hainan, en el sur del país. Haiyan llevó ayer fuertes precipitaciones y vientos a dicha isla tropical, donde han tenido que ser cancelados o retrasados más de 200 vuelos en sus dos aeropuertos de Sanya y Haikou. Además de Hainan, la región autónoma de Guangxi y la provincia de Cantón, ambas en el sur de China, también esperan fuertes precipitaciones.

A causa del tifón, además, ocho personas murieron y otras ocho resultaron heridas en la isla de Taiwán el sábado, cuando fueron arrastradas por olas de hasta ocho metros de altura.

Las autoridades filipinas estaban ayer visiblemente desbordadas, echándose en cara la responsabilidad por lo sucedido en medio del caos más absoluto.

El Ayuntamiento de Tacloban ha pedido al presidente Benigno Aquino III que declare la ley marcial por los numerosos saqueos que están teniendo lugar en la capital de la provincia de Leyte. El teniente de alcalde, Jerry Yaokasin, informó personalmente al presidente de que incluso los afectados de las poblaciones más cercanas están llegando a la ciudad para apropiarse de alimentos y bienes de primera necesidad. Los funcionarios se han visto afectados por la catástrofe y son incapaces de impedir los saqueos, tanto de establecimientos como de los cajeros automáticos.

Las acusaciones de Aquino

Aquino reaccionó acusando al gobierno local. Protagonizó una tensa reunión de emergencia, que llegó a abandonar por pura frustración durante diez minutos, según informó la emisora filipina DZMM, tras conocer que la tormenta ha arrasado hasta un 95 % de la capital del estado de Leyte. Previamente, Aquino acusó públicamente a las autoridades locales de la falta de medios para impedir la tragedia. «Odio decirlo, pero parece que no estaban muy preparados en comparación con otras zonas del país», manifestó.

En respuesta, el diputado del partido Kabataan Partylist Terry Ridon pidió al presidente que deje de asignar responsabilidades. «En un momento en el que apenas nos hemos recuperado de la devastación, me parece de mal gusto culpar de los daños y de las muertes precisamente a la localidad que más ha sufrido», lamentó.

La cifra total de afectados por el tifón en Filipinas gira en torno a los 9,5 millones de personas, según las estimaciones realizadas ayer, que doblaban las hechas 24 horas antes.

Del total de afectados, el Consejo Nacional para la Gestión y Reducción de Desastres cifró en 630.000 el número de desplazados, o unas 132.000 familias.

Varios Estados han ofrecido su ayuda a Filipinas. EEUU entregará helicópteros, aviones, navíos y equipamiento destinado a la búsqueda y el rescate, a petición de Manila, anunció el secretario de Defensa norteamericano, Chuck Hagel.

Australia y Nueva Zelanda acordaron ayer un ayuda de 370.00 euros, entregada a la Cruz Roja del archipiélago. Unicef preparó 60 toneladas de ayuda sanitaria que debería llegar el martes y el Programa Alimentario Mundial de la ONU (PAM) está organizando el envío de 40 toneladas de comida.

El papa Francisco pidió vía Twitter a los católicos que recen por las víctimas y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo estar «profundamente entristecido».

niños

Hasta cuatro millones de niños pueden haber quedado afectados en Filipinas por el tifón Haiyan, según cifras divulgadas por Unicef, que está acelerando el envío de suministros de urgencia a las zonas más afectadas.

Destrucción total y completa desesperación en Tacloban tras las seis horas más largas

El tifón Haiyan ha cambiado radicalmente el paisaje de la costa de algunas islas del archipiélago filipino, donde ha dejado una estampa de destrucción total y en completa desesperación a los afectados. La ciudad de Tacloban, hasta ahora la más afectada del país, fue de las primeras que golpeó Haiyan. Antes de la llegada del tifón, varias ONG se desplazaron a la zona, puesto que los expertos preveían que Leyte sería muy afectada por el tifón, pero poco pudieron hacer para ayudar a los 218.000 habitantes de Tacloban durante las más de seis horas que la tormenta azotó la ciudad.

Además de enfrentarse a vientos muy violentos y a una incesante tromba de agua, Tacloban tuvo que soportar una subida del nivel de la marea de más de dos metros. Lynette Lim, cooperante de la ONG Save the Children, vivió en primera persona el caos. «La tormenta fue enorme, había ventanas estallando constantemente, tejados que salían volando, desperdicios por todas partes. En mi vida he visto nada igual», explicó Lim, que recuerda que la tormenta duró seis largas horas. El edificio en el que se encontraban los trabajadores de Save the Children quedó parcialmente dañado, con ventanas reventadas y parte del tejado desaparecido, pero el resto de las construcciones no corrieron la misma suerte y la ciudad quedó «completamente arrasada». «Cuando salimos del edificio se veían muchos cadáveres por las calles. Las familias volvían a sus casas para ver qué quedaba de ellas, pero obviamente no había nada», asegura. Para el mediodía del viernes ya había saqueos por toda la ciudad: «La gente iba a supermercados, tiendas, farmacias... Prácticamente se llevaban todo lo que podían, porque no había ningún tipo de ley ni orden y ellos necesitaban la comida y el agua», comenta Lim.

La cooperante abandonó ayer Tacloban en un avión militar, ya que el aeropuerto está cerrado para los vuelos comerciales tras sufrir graves daños: «En el aeropuerto hay familias enteras con niños enfermos que suplican a los militares que les dejen subirse a sus aviones para salir de la zona», apunta. Helen COOK (Efe)

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo