49ª EDICIÓN DE LA BEHOBIA-DONOSTIA
La muerte de una atleta ensombrece una Behobia con 23.740 en meta
23.740 atletas, contando todas las categorías, llegaron a la meta del Boulevard que no pudo cruzar Arantza Ezquerro, una corredora navarra fallecida por una parada cardiorespiratoria. La 49ª edición resultó muy ventosa, mala para las marcas, pero enorme en el ambiente y en unos agradecidos ganadores: el gallego Pedro Nimo y la vasca Claudia Behobide.
Miren SÁENZ | DONOSTIA
La muerte de Arantza Ezquerro, una corredora de 30 años vecina de Zizur, tiñó de luto la 49ª edición de la Behobia. Según informaron desde el Club Deportivo Fortuna, el fallecimiento se produjo a consecuencia de una parada cardiorespiratoria sufrida por la navarra a la altura del puente del Kursaal a escasos metros de la llegada a meta. Hasta tres médicos, según los organizadores, intentaron reanimar a la atleta, pero fue inútil.
Ezquerro había acudido a la cita junto a su novio y una amiga pero cada uno siguió su propio camino. Al ver que no llegaba a meta se pusieron en contacto con la organización que les informó del trágico desenlace. Corredora habitual de pruebas populares, participaba por cuarta vez en esta carrera y estaba vinculada a Donostia donde estudió Diseño Industrial en la Escuela de Ingenieros.
Se trata de la tercera muerte que se produce en carrera, tras la ocurrida en 2010 en la que falleció el vizcaíno César Elorduy de 40 años casi en el mismo lugar, y como entonces los servicios sanitarios actuaron con celeridad, pero no hubo nada que hacer. La noticia fue un nuevo mazazo para los responsables del Fortuna que ya vivieron con pesar anteriores pérdidas, la del joven guipuzcoano Asier Torrente en 2002 y la del voluntario Kintxo Urrezti en 2000.
«Queremos transmitir el pésame a la familia y nuestro compromiso de atenderles en lo posible en estos duros momentos», informaron brevemente en un comunicado dando cuenta del deceso. También desde el Ayuntamiento de Donostia, donde el alcalde puso las txapelas a los ganadores, enviaron otro expresando su «tristeza» y transmitiendo «su solidaridad con la familia en estos momentos duros». Otras siete personas fueron trasladadas a centros sanitarios. En el Hospital Donostia fueron atendidos cinco de ellos por deshidratación y mareos. El sexto y más grave es un hombre de 47 años, que a la hora de cerrar esta edición permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos aquejado de una cardiopatía isquémica. La séptima persona que visitó el hospital, en este caso el Comarcal del Bidasoa, fue una espectadora por una fractura de tibia.
Antes de que ocurriera todo esto, Pedro Nimo y Claudia Behobide ya habían ganado en una jornada ventosa. El debutante gallego y la veterana vasca, hasta ayer abonada al tercer puesto, lograron su primera victoria en estos casi 20 kilómetros exigentes, que ayer el viento en contra endureció un poco más frenando las marcas, aunque los 14 grados de temperatura y las cuatro gotas compensaran en parte el intenso vendaval.
Los hombres llamados a protagonizar la cabeza de carrera tomaron posiciones desde el primer momento, aunque ya para el kilómetro 3 cinco de ellos habían abierto hueco. El propio Nimo, Marc Roig, Chema Martínez, Alberto Revuelta y Jeremy Pierrat. Este último fue el primero en descolgarse, mientras en el siguiente ataque del catalán Roig se quedó Revuelta. La próxima víctima del tándem Nimo-Roig fue Chema Martínez, al que ambos ganaron por primera vez. El cuatro veces vencedor de la popular vasca supo en el kilómetro 13 que no habría quinta farola. Hace justo una semana se despidió como profesional del maratón en Nueva York. El madrileño, de 42 años, no tuvo tiempo de recuperarse de la paliza en la Gran Manzana pese a lo cual terminó tercero (1.06:28). Camino del puerto, a la entrada de Pasaia, el espigado compostelano aceleró su zancada para dejar atrás a Roig, el catalán de Sant Pol que repetía el segundo puesto de 2012 aunque con una marca peor (1.05:49). No era día de cronómetros.
El maratoniano santiagués desde el momento en que se quedó solo supo que iba a ganar. Bajó por Miracruz, atravesó el ventoso Paseo de La Zurriola y llegó al Boulevard pensando en todo menos en el registro. Acababa de descubrir la magia de la prueba y su agradecimiento fue instantáneo porque antes de romper la cinta frenó en seco y saludó a la afición (1.04:30).
«Es una carrera única y el año que viene será la 50ª edición. Ojalá pueda estar aquí. En la vida vives mil cosas, pero las más importantes, las que más te llegan no se compran con dinero. A toda la gente que me está animando yo no le doy nada. Que vengan, te aplaudan y te valoren no tiene precio. Cuantos se van a trabajar y nadie les agradece nada», señaló encantado.
El elgoibartarra Revuelta, que soñaba con el podio o al menos con llevarse a casa otro Trofeo Diego García, se quedó sin ninguno de los dos. Las sesiones de sauna criogénica a 190 grados bajo cero que están en boga y él utiliza no le ayudaron ayer a mejorar su 28ª posición y el trofeo creado para premiar al primer guipuzcoano fue para el ordiziarra José Antonio Blanco Txuri, octavo y sonriente. No le fue bien a Salah Amaidan. Muy incomodado por el viento, el atleta saharaui, vestido para la ocasión con una camiseta con su bandera junto a la ikurriña en homenaje a la «solidaridad del pueblo vasco», se sintió demasiado incomodado y terminó por hacerse la prueba andando.
Claudia Behobide vivió una mañana productiva porque consiguió su primer triunfo en la general absoluta, tras tres terceros puestos y cuatro Behobias en top10, y se llevó el premio Maria Luisa Irizar como primera guipuzcoana. «Todo, todo», manifestó sonriente mientras era conducida en volandas al control antidoping del Gobierno de Gasteiz, que pasaron por sorpresa los dos primeros de las clasificaciones masculina y femenina y terminaba con el tiempo justo de subir al cajón para irse pitada a trabajar al restaurante que regenta en su pueblo.
La hondarribiarra encabezó un podio vasco (1.16:20), dos minutos por delante de la alavesa Elena Loyo y tres de la bilbaina de nacimiento Itziar Méndez que reside en Asturias. Behobide corrió muy acompañada y gran parte del recorrido lo hizo con Mikel Odriozola, el marchador olímpico y presidente de la Federación Atlética de Gipuzkoa que le hizo de liebre en los 15 kms y esta vez, aunque no estaba premeditado se la encontró entre la multitud y terminó muy cerca de ella.
Mientras a Behobide le espera dentro de dos semanas el maratón de Donostia, el de Errenteria hace planes para el Campeonato de España. La alavesa Laura García, que el pasado año fue segunda, esta vez tuvo que conformarse con la cuarta posición.
Joel Jeannot volvió a darse el gustazo de ser el primer participante en cruzar la meta del Boulevard. El recordman en silla de ruedas se ha pasado al handbike. Más cómodo por su exigencia menor, aunque ayer el campeón mundial y subcampeón paralímpico no diera esa impresión. Llegó en 39.55 por delante de Ludovic Narce y Yannick Graet para encabezar un podio íntegramente francés.
Bajas sobre ruedas
«Ha sido muy duro. El viento daba volantazos y me llevaba de un lado para el otro. Pero la Behobia es muy bonita y vengo para ver a los amigos y a esta gran afición», dijo Jeannot. El primer vasco fue Jon Galarraga, sexto, y la prueba perdió inscritos por la meteorología. De 25 salieron 18 y terminaron 17. Todavía peor fue para las sillas de ruedas, que de ocho comparecieron cuatro con triunfo para Philippe Le Gouic.
Curiosamente no todos se quejaron del aire. La campeona en patines Saray Narvaez, una navarra de 20 años, que defendió con éxito su triunfo de 2012, insistió en que lo prefería a la lluvia del pasado año. Fue cuarta entre los 97 rollers que llegaron a meta, encabezados por el alavés Alberto Alemán. Más que el asfalto, la navarra practica patinaje de velocidad -300 y 500 metros-, en la línea del recordman Joseba Fernández que vino a animar a su novia, pero visto lo visto no se le da nada mal.
De los 23.637 corredores que tomaron la salida en Behobia en la carrera a pie, 23.590 alcanzaron cansados y emocionados la meta en el Boulevard. Solo se contabilizaron 47 abandonos. Del total de 28.717 dorsales repartidos para todas las categorías, concluyeron 23.740.
Jon Mikel Pradera, encargado de manejar las redes sociales que se han movido al rededor de la carrera, siguió en tiempo real la Behobia desde el primer momento. La experiencia, en su opinión, salió bien y se ha extendido a los actos del fin de semana.