GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal |  Dokumentuak
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Kultura 2006--05-08
Román GUBERN | Catedrático de Comunicación Audiovisual
«El cómic es menos inocente y tiene más trasfondo de lo que parece a primera vista »
Román Gubern llega a Gasteiz, invitado por Artium, para ofrecer hoy una conferencia que versará sobre la relación entre el cómic y la expresión cinematográfica. Catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Barcelona, cinéfilo y escritor, Gubern es unas de las figuras más prestigiosas de los estudiosos de la imagen.

Con un amplio y extenso curriculum, Román Gubern ha viajado por todo el mundo como una de la personas más prestigiosas, valoradas y requeridas en las tertulias, reflexiones o ensayos sobre la importancia de la imagen.

­¿Cuál es la relación entre el cómic y la expresión cinematográfica?

El cine y el cómic se basan en contar historias a través de la imagen. En el cómic son imágenes presenciales, consecutivas y, en el caso del cine, es imagen en movimiento. Lo más notable de esta relación es que el cómic es prácticamente contemporáneo del cine, ya que el cómic moderno nace hacia 1896. La naturaleza figurativa de ambos medios explica que, ya desde muy temprano, se prestaran del cómic personajes, se copiaran temas y estilos para el cine. Como ejemplo está el famoso ‘El jardinero regado’, de Lumière, que está basado en un cómic que se publicó previamente. Por lo tanto, hay un largo coqueteo entre ambos campos que llega hasta Superman, Batman, Spiderman. Cine y cómic siempre han vivido vidas paralelas y eso da mucho juego. Son primos hermanos.

­Por lo tanto, ¿se puede señalar al cine como «cómic contemporáneo»?

En otras épocas se decía que el cómic era el cine de los pobres. Es una comparación injusta porque la poética de la imagen del cómic es superior a la móvil. Por otra parte, habiendo mencionado previamente el tema de los superhéroes, quiero comentar que Superman surgió en el año 38, en plena depresión de los Estados Unidos de América. La imagen de Superman es la de un héroe euforizante, que nos protege y nos ayuda a sobrevivir en nuestras penas. Además, tiene doble personalidad. Aparentemente es un reportero gris y mediocre pero, en el fondo, esconde una personalidad fascinante con la que todo el mundo puede sentirse identificado. Ejerce de mito de consolación.

­Usted es autor de varios libros, entre ellos, uno con ese mismo título, «El lenguaje de los cómic» (1972). Así como la televisión es de consumo fácil, no requiere de un código para entender su lenguaje, el del cómic ¿necesita de un aprendizaje previo?

En el cómic has de preguntarte por dónde empezar al leerlo, por la derecha o por la izquierda. El cómic occidental ha seguido la tradición occidental de la escritura, cosa que no ocurre en la cultura árabe, ni en la hebrea, ni en la japonesa. En Japón los cómic son verticales, y, por tanto, al ser imágenes discontinuas hay más elixis y requiere de una mayor interpretación por parte del lector o un aprendizaje de lectura. Yo, por ejemplo, tengo un cómic hindú que compré en la India, un aleluya mitológica. En clase les digo a mis alumnos, que los tengo muy brillantes, por cierto, que daré el título de honor al que sea capaz de explicarme la historia que cuenta el cómic. Hasta el momento nadie ha sabido explicarme esta historia mitológica de imágenes secuenciales hindúes. Lo que demuestra que es mas laborioso y dificultoso interpretar imágenes consecutivas que en movimiento.

­De ahí surgen los iconos del lenguaje del cómic, ¿no es así?

Hemos aprendido que una bombilla encendida en la cabeza significa que alguien ha tenido una idea luminosa pero, evidentemente, no es obvio que alguien que jamás haya visto un cómic lo entienda así. Otro ejemplo lo constituye el poner encima de la cabeza del personaje estrellas, lo que significa que a éste le han dado un puñetazo. Estas metáforas iconoclastas vienen del lenguaje verbal. En francés, en inglés y en castellano hablamos de ‘una idea luminosa’ o de ‘una idea brillante’ y, cuando nos dan un porrazo, decimos que ‘vemos las estrellas’. Es de la equivalencia visual de las palabras de donde vienen los iconos. Pero en francés si recibes un golpe ‘ves 36 candelas’ y por eso en los cómics se les dibuja un candelabro con velas. El que no conozca esta convención no sabrá descifrarlo. Por lo tanto, queda demostrado que es mucho más sofisticado e intelectual el lenguaje del cómic con respecto al del cine.

­Usted denunció en su día la censura en Hollywood ante las presiones que sufrió Michale Moore con «Farenheit 9/11» o las que han sufrido Sean Penn o Susan Sarandon.

Mi primer viaje en el año 1971 a los Estados Unidos de América fue con una beca. Una vez llegué allí, me ocurrió una cosa extraordinaria, el FBI, que está, evidentemente, para vigilar, acudió a mí. Tenía un visado de un año de estancia de estudiante y, por lo tanto, el consulado lo sabía y las embajadas también pero, cuando hube pasado el control de pasaportes, se me acercó un señor, me enseñó la placa y me dijo que le siguiera. Me llevó a un cuartito y me hizo un registro como nunca antes me habían hecho. Está claro que el tema de la seguridad está exacerbado. Publiqué en su día un libro sobre el McCarthismo y la caza de brujas en Hollywood. Estos actores han tenido problemas contractuales por haberse manifestado públicamente contra la guerra de Irak. Lo que deja latente que las listas negras siguen existiendo, en cada época y ajustadas a sus necesidades.

­Repara usted en la censura de Estados Unidos de América pero en el Estado español existen casos similares. Quizás la más conocida sea la polémica que se creó en torno a «La Pelota vasca», de Julio Medem. ¿Qué opinión le merece? ¿Sabe de otros casos?

En cuanto a ‘La pelota vasca’ pienso que la mayor incorrección la protagonizó la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, que, sin ni tan siquiera haber visto la película, se posicionó en contra. Es una forma de censura que demuestra la inercia de las personas que vienen del franquismo y siguen los mismos pasos. Ha habido algunos otros conflictos como el que pasó con la película francesa, traducida al castellano como ‘Fóllame’. Una vez vista en el Estado francés, la comisión de visado puso una ‘x’, lo que la condenó a un ghetto, tan sólo porque había escenas eróticas. Han habido escaramuzas, sobre todo en la transición, pero hoy en día también hay algún que otro tropezón.

­¿Podemos considerar que el poder sigue valiéndose de la imagen como herramienta de control?

Sin duda, la imagen tiene una dimensión emocional que no tiene la palabra. Claro ejemplo son las caricaturas de Mahoma. La imagen va directa al subconsciente. La seducción viene dada por la imagen y la instrucción de uso por la palabra. En el caso de la política contemporánea, en Estados Unidos de América se acaba de publicar un cómic a raíz del debate suscitado por libertad versus seguridad. En el cómic ‘Guerra Civil’ aparecen el Capitán América, defensor de las libertades, enfrentado al Hombre de Hierro, que defiende la seguridad y, por tanto, el recorte de las libertades. Entre ambos está Spiderman, que no entiende nada de lo que pasa. De modo que hasta la política rabiosa más actual ha acabado en viñetas de cómic. El cómic es menos inocente de lo que se piensa y tiene más trasfondo de lo que se ve a primera vista.-
 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Euskal Herria
La Guardia Civil aumenta el control pese al oficio filtrado en Gipuzkoa
Kirolak
Cuarenta años seguidos en Primera
Kirolak
Se acaba la pesadilla y el Athletic seguirá un año más en Primera
Kirolak
El Alavés recula hasta el abismo
Kirolak
De la gloria a la duda en 25 minutos
Mundua
Otra jornada sangrienta suma setenta muertos más en Irak
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea