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DECLARACION DEL GOBIERNO ESPAÑOL
Zapatero: «El Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos»
·El presidente español confirma, en una declaracion institucional, que su Ejecutivo va a iniciar el dialogo con ETA
«Entiendo que los partidos políticos, los agentes sociales, económicos y sindicales, deben adoptar acuerdos para ese pacto de convivencia a través de los métodos de diálogo que estimen oportuno»
«El Gobierno entiende que los acuerdos deben
alcanzarse con el máximo consenso posible, respetando la pluralidad política de Euskadi y en igualdad de condiciones para todas las formaciones»
Zapatero afirma que «el Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos»
IRUÑEA
La esperadísima comparecencia del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, para anunciar su disposición a dialogar con ETA trajo noticias en la forma y en el fondo. En la forma, porque Zapatero no habló en el salón de plenos sino en una sala adjunta, ante las cámaras y no ante los diputados; y en el fondo, porque junto a la confirmación de la voluntad de hablar con la organización armada vasca, Zapatero aseguró que «el Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos que adopten libremente».La comparecencia se produjo finalmente en torno a las 14.00, después de que Zapatero agotara todos los plazos que se autoimpuso en busca del consenso imposible con el PP. Después de que su ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, informara a todos los grupos de los criterios del anuncio, el presidente español trasladó a la opinión pública que «quiero anunciarles que el Gobierno va a iniciar un diálogo con ETA», a quien no se refirió esta vez con ningún adjetivo. Zapatero matizó que este diálogo se entablará «manteniendo el principio irrenunciable de que las cuestiones políticas sólo se resuelven con los representantes legítimos de la voluntad popular». Y pasó acto seguido a «establecer principios básicos sobre el futuro de Euskadi».
Legalidad, acuerdo, pluralismo
Zapatero comenzó este apartado tratando de defender el marco diseñado tras la muerte de Franco. Dijo que gracias a él «los ciudadanos de Euskadi disfrutan del mayor autogobierno que han tenido nunca en su historia», pero añadió que «desgraciadamente han persistido la violencia, la coacción y el terror». Y concluyó que ahora «tenemos la oportunidad de poner fin a esta situación, y desde los principios democráticos les digo que el Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos que adopten libremente, respetando las normas y procedimientos legales, los métodos democráticos, los derechos y libertades de los ciudadanos, y en ausencia de todo tipo de violencia y coacción».Para lograr lo que denominó como «un gran acuerdo político de convivencia» en Euskal Herria, el máximo mandatario del Gobierno español fijó tres criterios: «Máximo consenso posible, respeto a la pluralidad política de Euskadi e igualdad de condiciones». Y a continuación detalló tres «reglas»:«Voluntad democrática, sujeción a la legalidad y amplio acuerdo político, que recoja el pluralismo de la sociedad vasca». Al hilo de ello, Zapatero se dirigió expresamente «a la sociedad vasca». Admitió que «la paz es tarea de todos» y que en consecuencia «la paz será fuerte si tiene profundas raíces sociales. Por ello entiendo que los partidos políticos, los agentes sociales, económicos, sindicales... deben adoptar acuerdos para ese pacto de convivencia a través de los métodos de diálogo que estimen oportunos y, por supuesto, a través de los métodos democráticos para trasladar dichos acuerdos a los distintos ámbitos institucionales». En la declaración, el presidente español no hizo más precisiones sobre la manera en que ese respeto a la decisión de la sociedad vasca se materializaría en el actual marco. Por contra, fue en este punto cuando resaltó que «quiero expresar el compromiso absoluto del Gobierno y el mío personal con los valores, principios y reglas de la Constitución de 1978», de la que dijo que «ha representado un éxito colectivo». En la misma línea, afirmó que se mantendrá la Ley de Partidos.
«Ningún precio político»
El resto de la declaración incluyó fundamentalmente mensajes de lectura interna. Zapatero intentó presentar la oportunidad actual como el fruto «no de lo que ETA ha dejado de hacer, sino de lo que los demócratas hemos hecho durante todos estos años». Citó también en varias ocasiones a las víctimas de ETA, reconoció «a todos los servidores del Estado de Derecho» y recalcó el concepto de que «la democracia no va a pagar ningún precio político».Además, reivindicó su iniciativa subrayando que los gobiernos de González y Aznar también «intentaron alcanzar la paz de buena fe. Desde aquí mi reconocimiento», indicó.
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