Undécima etapa:
Tarbes-Pla de Beret.Características: Segunda y última etapa
pirenaica, con los pasos del Tourmalet, Aspin, Peyresourde, Portillon y final en
Pla de Beret.
Incidencias:
Destacar el abandono de Iban Mayo (Euskaltel) en el Aspin.
DONOSTIA
Hubo que esperar hasta el Portillon para que los favoritos a ganar este Tour se retrataran y para que Pla de Beret dejara las cosas medianamente claras: T-Mobile aceleró en el penúltimo puerto para Andreas Klöden y Rabobank remachó para dejar claro que, salvo enorme sorpresa, este Tour se lo jugarán Denis Menchov, que asciende hasta la tercera plaza, y Floyd Landis, que es primero gracias a las bonificaciones que relegan al accidental líder, Cyril Dessel. Haimar Zubeldia estuvo con los mejores hasta mediado el ascenso final para entrar séptimo, mientras que Iban Mayo volvió a ser la cruz y dejó la carrera.Se esperaba que T-Mobile fuera el bloque que marcara la pauta, y así parecía que iba a ser cuando Kesler y Sinkewitz aceleraron en el Portillon. Klöden había lanzado a sus galgos y comenzaba la escabechina. Sin embargo, pronto quedó al descubierto el vacío de poder. El que muchos apuntaban como principal candidato al triunfo se quedó solo y fue un excelente Rabobank quien asumió el mando de las operaciones y sumó su tercer triunfo parcial, además de postular al ruso para la victoria final.
Ayer le tocó a Camaño
Euskaltel-Euskadi volvió a dar la cara. Metió a Iker Camaño en la fuga del día, junto al alemán Wegmann, el catalán Flecha y el cántabro De la Fuente, pero la ascensión al Tourmalet, al tran-tran que marcaba el Ag2R del líder, volvió a dejar al aire las vergüenzas de Mayo. El de Igorre no está bien, tampoco moralmente, y protagonizó un desagradable téte-a-téte con un cámara que tenía como misión ser su sombra en previsión de que se bajara de la bici, como así ocurrió, aunque ya sin el testigo directo que inmortalizara el momento.
Pero la carrera seguía por delante. La lucha de los de la fuga al final se tuvo que circunscribir a la protagonizada por Wegmann y de la Fuente por el maillot a puntos rojos. El alemán de Gerolsteiner parecía más fuerte, pero fue el español del Saunier-Duval quien llegó más lejos. Pasó primero por el Portillon, el penúltimo puerto del día, y logró su objetivo.Por detrás, a pesar de que se dijo que iba a ser el Tour más abierto, que lo es, y que habría batalla, los pasos sin solución de continuidad del Tournalet, el Aspin y el Peyresourde sólo trajeron la debacle de Discovery Channel, que fue perdiendo a Savoldelli, Popovych e Hincapie, para dejar adelante sólo a Azevedo. Illes Balears se quedaba con David Arroyo. Ni Pereiro ni Karpets aguantaron.
Y si hasta entonces la gente caía como fruta madura, mediada la subida al Portillon, el T-Mobile se decidió, por fin, a menear el árbol. Sinkewitz y Kessler aumentaron el hasta entonces cómodo ritmo impuesto por los Ag2r, y las consecuencias no se hicieron esperar. No más de una veintena de corredores aguantaron y la carrera, por primera vez, se convirtió en el rosario de corredores que suele ser en los Pirineos.
Pronto cedió Sinkewitz, que se quedó con el hasta ayer líder Dessel, y su compañero de batalla el día anterior, segundo en la general y líder de la montaña, Juanmi Mercado, formando un segundo grupo.
Por delante, Kessler tiraba del grupo de la veintena de elegidos. Más arriba, De la Fuente conseguía coronar en solitario, y Rabobank aceptaba la invitación de Klöden para asumir el mando cuando Kessler quedó reventado. Y a impulsos de Rasmussen y Boogerd, el grupo volvió a perder unidades, aunque en el descenso, camino de Pla de Beret, hombres como Cunego lograron entrar.
El impasse en el llano lo aprovechó el italiano para salir a un ataque de Arroyo, valiente, y afrontar las últimas rampas del día como cabeza de carrera. Poco duró la tentativa, porque Rasmussen aceleró y el mecano comenzó a desmontarse. Cedió el chaval de Illes Balears, cedió también el último cartucho de Bruyneel, el portugués Azevedo, así como Totschnig y el bravo mejor joven, Fothen, ambos del Geroslteiner. Simoni también tuvo que aflojar, como su compañero De la Fuente. Parra, Schleck... y Zubeldia, que iba con el gancho y al final tuvo que soltarlo.
Quedaban un Floyd Landis al que Phonak dejó más solo que la una, un Carlos Sastre que asumió dignamente el papel de líder que le cedió involuntariamente Ivan Basso en el CSC, un Leipheimer que había enterrado gran parte de sus opciones al triunfo en una nefasta crono y que el miércoles se quedaba cuesta arriba, un Klöden que quizá quemó demasiado rápido a sus lugartenientes, un Cadel Evans que ejercía de tapado ya destapado y el dueto Boogerd-Menchov que también soltaba a Moreau.
El francés de Ag2r se unía a Schleck y Haimar Zubeldia por detrás, mientras Menchov remachaba la gran labor de Boogerd para soltar a Klöden. Leipheimer dio continuidad al hachazo y sólo Landis y Menchov aguantaron. Sastre y Evans cedían unos metros, mientras Moreau no podía seguir a Haimar y Schleck, que enlazaban con Klöden. Entre medias, Boogerd no se dejaba llevar y llegó con fuerza.
Por delante, en un final en el que los últimos dos kilómetros son en bajada, Menchov le comió la tostada a Leipheimer para llevarse el triunfo de etapa al esprint. Floyd Landis arrebataba el liderato a un Cyril Dessel que se exprimió a fondo para tratar de conservar la preciada prenda amarilla. Los segundos de bonificación logrados por el estadounidense del Phonak dictaron sentencia.
Iban Mayo se descuelga ya en el Tourmalet y
abandona
Euskaltel-Euskadi partió de Tarbes como hasta ahora, dispuesto a dar batalla. Iker Camaño se metió en la fuga buena del día, aunque, en compañía de Flecha, tuvo que ceder al empuje de Wegmann y De la Fuente, que logró enfundarse el maillot de puntos rojos. Haimar Zubeldia aguantó con los mejores hasta mediado Pla de Beret. La nota negativa la puso Iban Mayo, que después de protagonizar un desagradable incidente con un cámara en la subida al Tourmalet, abandonó. -
