El accidente de Tubacex no tuvo, afortunadamente, las consecuencias en víctimas humanas que cabía temer por su gravedad y espectacularidad, así como por los daños materiales ocasionados. Pero el hecho de que haya habido circunstancias, como el haberse producido en el turno de noche, que en esta ocasión han jugado a favor de los trabajadores afectados, no relativiza ni un ápice la gravedad de los hechos. Y si es cierto que hay que felicitarse porque las heridas de los diecisiete trabajadores afectados fueran de carácter leve, ello no puede llevar al equívoco de relativizar la denuncia ni de permitir a esta empresa ni a ninguna otra que jueguen con la vida de sus empleados como si de una ruleta rusa se tratara. >>>

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