2007/2/1. Estado francés.Jean-Louis Borloo tiene razón: en el frente del empleo el año 2006 será «el mejor desde 2000". Con 2.352.000 parados a finales de diciembre, esto es, una tasa del 8,6%, el número de personas que demandan un empleo ha reculado, en un año, en 270.000 personas. En 2000, la bajada se cifró en 316.000. (...) Sin embargo, no convendría que el Gobierno fuera demasiado lejos en la autocomplacencia. Todos los indicadores animan a mantener la prudencia. Rebajar la barra del 9% es evi-dentemente un dato alentador. Sin embargo, esta mejoría no debería hacer olvidar que Francia tiene un desempleo masivo, más elevado que en la mayoría de países occidentales.

En tanto que número dos del Gobierno, Nicolas Sarkozy, que persiste en volver sobre sus propuestas de empleo, no dudará en apuntarse este buen resultado, sabiendo que el desempleo es la primera preocupación de los franceses. Pero este beneficio es efímero, favorecido por la demografía, los contratos subvencionados y el cepillado de los listados. Sin olvidar que uno de cada dos contratos nuevos son precarios. Una constatación que no pue-de dejar tranquilos a quienes sienten aumentar la inseguridad social.