Son ya varios los partidos trascendentales que en su reciente trayectoria viene disputando Osasuna, todos ellos con vistas a engrosar su historial deportivo. Lo fue el de la final de Copa ante el Betis, el último liguero de la pasada campaña frente al Valencia, o la previa de la Champions contra el Hamburgo -ayer hizo seis meses de la eliminación-. El de hoy es de esos choques.

Los rojillos tienen en sus manos volver a repetir hito europeo, alcanzando los octavos de final, como ya lo hiciera en la temporada 1991/92 ante el Ajax, a la postre vencedor. A diferencia de entonces, en esta oportunidad el siguiente cruce podría ser más asequible -Glasgow Rangers o Hapoel Tel-Aviv-, teniendo muchas opciones de llegar a cuartos, una marca hasta ahora nunca conseguida.

Pero para vender la piel del oso, antes hay que cazarlo. Y el Girondins no va a ser presa fácil para los de Ziganda. Aquejados por un buen número de bajas, los bordeleses no han podido enseñar los dientes que les hicieron acreedores del segundo puesto de la Liga francesa, pero también es cierto que si Osasuna aspira a hacer algo importante en el viejo continente tiene que ser ante rivales de este tipo donde lo debe demostrar.

La experiencia de lo vivido en la eliminatoria contra el Hamburgo debe utilizarse para encarar el choque con la madurez mental de saber que cualquier fallo de concentración resultará fatal. En partidos de este tipo, la tensión es ciertamente más importante que las piernas, de nada va a servir dejarse la pelleta si no se emplea la cabeza.

Y ello incluye no caer en la precipitación por agradar a un Sadar abarrotado, que paga por ver espectáculo, pero que sobre todo querrá ganar. La afición debe estar preparada, asimismo, para entender que el estado actual del césped -empeorado por las últimas lluvias- tampoco da pie a muchas florituras.

No apto para cardíacos

Con todos esos ingredientes sobre la mesa, y al menos a priori, no va a ser un encuentro proclive para quien padezca alguna enfermedad cardíaca. Lo más probable es que la eliminatoria se decida en alguna que otra jugada de estrategia, en esos pequeños detalles de los que hablaba a lo largo de la semana el capitán César Krutxaga.

La magnitud del envite justifica, además, las dudas que ayer exhibió Ziganda en la sesión matutina de cara a configurar el once inicial. O eso o que el Cuco, haciendo honor a su apodo, esté tratando de esconder las cartas a su rival, manteniendo algún as en la manga hasta el último momento.

En cualquier caso, lo que parece bastante claro es que el de Larraintzar se va a mantener fiel al bloque en el que viene confiando de manera constante de un tiempo a esta parte, y especialmente en aquellos encuentros más importantes.

Así, persistirá en la defensa que ha empleado últimamente. Krutxaga y Josetxo retornarán al eje de la zaga -en detrimento de Cuéllar y Miguel Flaño, titulares ante el Celta-, acompañados en los laterales por el indiscutible Javier Flaño y el insustituible Corrales, una mezcla de experiencia y juventud.

Sin dudas en la parte de atrás, las posibles variaciones, o al menos las que se dejaron entrever en Tajonar, se centrarían en la línea medular y en ataque. Pese a los tres goles de Tarragona, la escuadra navarra ha bajado las prestaciones en su potencial ofensivo y a la hora de generar oportunidades claras.

Puñal en el pivote y Juanfran por la derecha tienen todos los visos de ser fijos en el once. También la participación de Nekounam, descansado tras su partido de sanción, parece justificada, si bien a Ziganda le gusta que Raúl García esté en el campo, opción que también ensayó.

Dudas en banda izquierda

El de Zizur Nagusia incluso podría entrar por alguno de los delanteros, variando así el esquema táctico, pero Milosevic parece intocable y Soldado está en racha. En cualquier caso, el ariete valenciano tuvo que dejar su peto a Webó en un momento dado del entrenamiento, en lo que parece más la avanzadilla de un posible cambio, una vez iniciado el partido.

Pero de todas las dudas, la que tiene más razones fundadas es la de la banda izquierda. David López y Juanlu se juegan la plaza. El andaluz comenzó en esa posición al inicio del ensayo, pero posteriormente también tuvo que ceder el peto al riojano. La carga de partidos de David López da opciones al ex bético, que sin embargo no termina de convencer pese a que uno de sus mejores actuaciones fue en competición europea ante el Trabzonspor en tierras turcas.

Para su desgracia, el jugador no pudo confirmar en sala de prensa su posible titularidad. «El míster está probando y habrá que esperar hasta el último entrenamiento. En cualquier caso, estoy contento por que el míster tenga dudas en la banda izquierda y espero que se decida por mí», comentó convencido.

Juanlu, que aseguró que el favorito es el Girondins «porque tiene más nombre» y que la plantilla osasunista está tranquila de cara, indicó que en el plano personal le hubiera gustado «haber marcado algún otro gol para coger confianza».