Desde la grada...

Ahora más que nunca, Dmitry ...

Jon ORMAZABAL

Al margen de la importancia de la imprescindible victoria y del peso de los tres puntos para mantener al equipo en Segunda, lo más importante de la jornada de ayer fue comprobar que el alavesismo todavía sigue vivo a pesar de las duras torturas a las que se ha visto sometido durante los últimos meses. Vale que la «cultura de lo gratis» tan arraigada en estos lares tuvo su punto de influencia y que 7.304 espectadores -la mejor entrada de la temporada, dos aficionados mayor que ante el Sporting- no sea ninguna cifra espectacular para lo que había en juego, pero ayer se volvió a respirar fútbol en Mendizorrotza.

No hay manera científica de demostrar la importancia del apoyo de las gradas -con mención especial una vez más para Polideportivo y Eztanda- pero algo tiene que haber para que un equipo roto física y tácticamente termine metiendo en su campo a un rival que había campado a sus anchas, a pesar de que los calambres se multiplicaron. La victoria sin embargo no cegó a nadie y los vencedores de ayer dictaron sentencia «ahora más que nunca, Dmitry...»