El Euribor encarece 1.108 euros al año la hipoteca media al subir al 4,564%
La hipoteca media de Hego Euskal Herria para la adquisición de una vivienda se encarecerá en 1.108 euros al año tras el nuevo aumento del Euribor del mes de julio. Esta subida de 1,025 puntos respecto al mismo mes del año pasado, deja el índice en el 4,564%, cerca de su récord histórico de agosto de 2000. Se trata de la vigésima subida consecutiva, aunque la menor registrada desde el mes de marzo.
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El Euribor, el indicador más usado para calcular las hipotecas, sumó en julio su vigésimo segunda subida consecutiva y se situó en el 4,564 %, con lo que se quedó a 0,684 puntos de su récord histórico, fijado en agosto de 2000 en el 5,248%. El aumento sitúa el índice en su máximo desde febrero de 2001.
En junio del año pasado, la hipoteca media en el Estado español ascendía, según datos del INE, a 143.497 euros, lo que con un plazo de amortización de 25 años y un diferencial del 0,5%, se traducía en cuotas mensuales de 760,52 euros, un pago que para los que ahora tengan que afrontar la revisión anual de su préstamo se incrementará hasta los 841,97 euros.
Así, los hipotecados deberán pagar 81,45 euros más al mes, lo que al año representa un «sobrecargo» para las economías familiares de 977,4 euros al año y equivale a añadir una cuota y media de más.
1.108 euros más al año
Pero en el caso de los usuarios vascos, el aumento es mayor, ya que la hipoteca media en Hego Euskal Herria en junio del año pasado era de 157.576 euros, según el INE, lo que con un plazo de amortización y un diferencial similares suponía cuotas mensuales de 834,35 euros.
El nuevo incremento del Euribor supondrá en este caso para quienes revisen ahora su préstamo que éste se ha incrementado hasta los 926,69 euros al mes. Así, los hipotecados deberán pagar 92,34 euros más en cada cuota, lo que al año representa un total de 1.108,08 euros al año y equivale a añadir una cuota y un tercio de más. Según datos del mercado, desde 1999, cuando comenzó a cotizar el Euribor, el indicador sólo ha estado por encima del 4,5% en doce meses. A lo largo del pasado mes de julio, el Euribor osciló entre un máximo de 4,594%, que fijó el día 13, y un mínimo de 4,524%, que alcanzó ayer.
Respecto al mes de junio, el referente hipotecario por excelencia ha ganado 0,059 puntos, lo que supone la menor subida desde marzo y la quinta más reducida desde que comenzó su racha alcista en octubre de 2005.
Frente a julio de 2006, cuando el índice era del 3,539%, ha subido 1,025 puntos, equivalentes al 29%.
Política del BCE
La razón de las subidas del Euribor está en la política monetaria que mantiene el Banco Central Europeo (BCE) desde diciembre de 2005 con las que asegura que pretende «controlar la inflación y la masa monetaria de la zona euro».
En virtud de esa política, el tipo de interés oficial en la Eurozona ha pasado del 2% al 4%, tras ocho subidas consecutivas de un cuarto de punto.
Si en los primeros meses del año, los analistas estimaban que los tipos cerrarían el año en el 4% o el 4,25%, ahora, la mayoría no descarta que finalizarán incluso en el 4,5%, lo que supondrá un varapalo para las economías más endeudadas, que se encuentran con que los intereses que deben pagar están llegando al límite de sus posibilidades.
El Euribor, el interés al que prestan dinero los bancos a un plazo de doce meses, comenzó a cotizar en enero de 1999 y, desde entonces, ha oscilado entre un máximo del 5,248% y un mínimo del 2,014%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó ayer un aumento progresivo de las presiones inflacionarias en la zona euro y advirtió de que «puede ser necesario» que el Banco Central Europeo aumente aún más las tasas de interés. Eso significaría más subidas en las tasas hipotecarias, cuando el Euribor se acerca a su récord histórico.
En su revisión anual de la economía de la Eurozona, el Consejo Ejecutivo del FMI constató la acumulación «gradual» de la presión de precios, una tendencia que cree continuará en vista del elevado nivel de uso de la capacidad productiva de las fábricas de la región. Por ello, señaló que «podrían ser necesarios algunos ajustes adicionales de la política monetaria». La magnitud de ese giro de tuerca dependerá de cuánto suban los precios las empresas y se eleven los salarios, según el Consejo Ejecutivo. El FMI instó también al BCE a tener en cuenta «la evolución del entorno externo» y «el aumento de la base laboral y la productividad». Precisamente, el BCE se reunirá mañana y previsiblemente mantendrá los tipos de interés en el 4%, aunque se da por seguro una nueva subida tras el verano. Su presidente, Jean-Claude Trichet, ha sido ambiguo sobre si lo hará en setiembre u octubre. La aseguradora alemana Allianz consideró que la decisión dependerá de los datos económicos que se publiquen en las próximas semanas y, aunque se inclinó por que el BCE subirá los tipos de interés de forma moderada hasta el 4,25% en setiembre, cree que podría dejarlo hasta octubre, después de conocerse las nuevas proyecciones macroeconómicas.
El banco alemán Deutsche Bank también reiteró su pronóstico de nuevas subidas de tipos a la vuelta de las vacaciones estivales, mientras que prevé que la Reserva Federal de EEUU mantendrá los tipos estables en el 5,25%.
A pesar de las alertas habituales del BCE para justificar las subidas de los tipos de interés, la inflación anual en los 13 países de la eurozona bajó del 1,9% registrado en junio al 1,8% durante el mes de julio, según la estimación publicada ayer por Eurostat. Los expertos que sostienen las tesis del BCE señalan que existen presiones al alza sobre los precios por el incremento del coste de la energía y el fuerte crecimiento de la masa monetaria en circulación en la eurozona, que subió en junio 3 puntos básicos, hasta el 10,9%. Para mantener la estabilidad de precios, el BCE estima que la inflación debe situarse por debajo del 2% y el crecimiento de la masa monetaria en el 4,5%.
