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Amateur

Lana refleja con su victoria el valor de la constancia

El navarro consiguió su primer triunfo de la temporada en Mañaria tras cosechar dos segundos puestos y otros dos terceros. En su quinto año de amateur espera contar con una oportunidad para dar el gran salto.

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Ander GARTZIA | BILBO

Quien la sigue la consigue. Aunque el corredor de Murieta se haya exprimido en las llegadas con todas sus fuerzas, hasta ahora la victoria le ha sido esquiva. Sin embargo, el trabajo duro suele tener su recompensa, más si cabe en el caso del ciclismo, por que lo cierto es que el navarro ha estado haciendo méritos más que sobrados para alzar los brazos en las muchas líneas de llegada que ha cruzado con rabia.

Guillermo Lana, del equipo Azysa, ha tenido que esperar hasta la carrera de Mañaria, celebrada el pasado sábado, para poder saborear por fin el triunfo. En la temporada actual, hasta ahora, siempre había algún corredor que se interponía entre él y la gloria, y en el cicismo, como en todos los deportes, la memoria y los flashes sólo tienen ojos para el primero.

El ciclista de 23 años asegura que con tantos segundos, terceros y cuartos puestos -siete en total-, casi empezaba a desesperarse, pero que él no se ha dado nunca por vencido. «La gente me decía que algún día tenía que llegar. Hasta la última carrera había que atacar y al final lo he logrado. Ha sido el fruto del trabajo realizado durante el invierno. Entrenas muchas horas y entrenas también para ganar», dice Lana.

El corredor, que hasta hace dos años sólo logró la victoria en la categoría alevín, reconoce que siempre le ha faltado esa punta de velocidad en el tramo final de la carrera, sin la cual resulta muy difícil ser el primero en una escapada de diez corredores: «Últimamente me he encontrado muy bien, pero el esprint no es mi fuerte. Estoy entrenando muy fuerte para tener velocidad en los metros finales y estoy mejorando cada vez más. Que te pegues 150 kilómetros de llano y termines en el puesto 30 no vale para nada».

Ésta es la quinta temporada de amateur para el corredor navarro, tras su paso por el Alfus-Tedes y por Gráficas Ona. El año pasado, con su actual conjunto, logró la victoria en Villatuerta y se llevó la Vuelta a Bidasoa después de que estuviera a punto de colgar la bicicleta por una mala temporada.

Sin embargo, ésa victoria no le sirvió para dar el gran salto -el Azysa es el equipo filial del Atom continental-, pero él sigue luchando por otra oportunidad. «Todo el mundo me decía que siguiera. Todavía tenía 22 años y me podía dar un año de margen. Me lo di y más o menos me está saliendo bien, pero como no he rematado mucho tampoco puedo decir que ha sido un año redondo», lamenta.

Pájara en los Pirineos

Recientemente, Lana, disputó el Tour de los Pirineos, una vuelta muy dura, donde hasta el último día optó a podio. «Tras la Vuelta a Navarra descansé 15 días para estar un poco fino en el último tramo de la temporada. En el Tour estuve bien casi hasta el final, pero la última etapa era de 190 kilómetros y terminaba en el Tourmalet. A falta de cuatro kilómetros iba segundo en la general, pero me dio una pájara terrible y terminé el veintitantos», explica. Aun así, ha podido sacar buenas conclusiones, ya que la dura experiencia le ha servido para ver que con equipos continentales puede «estar ahí».

Ahora su principal objetivo es el Euskaldun. «Quiero terminar entre los tres primeros. El primero está muy difícil, pero el segundo puesto puede resultar más accesible», avisa. El equipo partirá en breve para disputar el Tour del Piamonte, pero él ha preferido reservarse para la Vuelta a Goierri.

Los puntos cosechados gracias a su regularidad -no ha bajado del séptimo puesto en todo agosto- le han valido para situarse tercero en la clasificación de Euskaldun, su principal objetivo en este momento junto a la Vuelta a Goierri.

 

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