El artículo publicado por Josu Jon Imaz bajo el título de «No imponer, no impedir» tuvo el sentido principal de tratar de aislar al tripartito, con el lehendakari Juan José Ibarretxe al frente, de un debate que está en el centro de la vida política vasca. El derecho a decidir es el pilar sobre el que descansa una solución duradera para el conflicto político y, en consecuencia, el debate sobre su articulación es un ingrediente fundamental en el discurso político.

En un intento de encubrir sus actuaciones en el último proceso de diálogo, la dirección del PNV trató de presentar a la izquierda abertzale como un interlocutor que impone condiciones inabordables y antepone su proyecto partidario a la búsqueda de un escenario de paz y de normalización. Sin embargo, el artículo de Imaz puso de manifiesto que, en realidad, es el PNV quien trata hoy de impedir que la sociedad vasca deje atrás, si así lo desea, el actual marco político, para habilitar otro que se ajuste más a sus expectativas democráticas. Con esa apuesta de atornillar el estatus vigente, so pretexto de que avanzar hacia el reconocimiento de los derechos que le son propios a este país implicaría una imposición, el PNV que lidera Josu Jon Imaz ha alentado una controversia ya latente en el tripartito pero que, desde que las cuentas del 27-M se mostraran poco favorables y los pactos postelectorales complejos, se ha manifestado con más aspavientos públicos.

La desacreditación por Joseba Azkarraga de la transversalidad -que hace a Imaz merecedor del aplauso diario del PSOE- y las declaraciones de Javier Madrazo sobre la conveniencia de celebrar la consulta son vistos ahora directamente como un factor de desestabilización por Urkullu, que someterá la cuestión del tripartito a consideración del EBB. Pero, si desleal es el discurso de EA y EB, a buen seguro que las manifestaciones de Joseba Egibar, el pasado fin de semana, merecerán similar consideración a un Urkullu cuya brusca irrupción parece destinada a acotar el terreno al propio Ibarretxe a unas semanas del pleno de política general.