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«Lo más importante en Segunda es entrar en dinámica ganadora»

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Xabi CASTILLO, JUGADOR DE LA REAL SOCIEDAD

Tiene 21 años y habla y juega como si tuviera 30, con una madurez que ha dejado en evidencia cada vez que ha tomado decisiones. En Lezama a alguien se le ocurrió que debía dejar la pelota para seguir en el Athletic y el de Durango prefirió compaginar los dos deportes hasta que llegó al primer juvenil de la Real. Luego no dudó al ir a Las Palmas con 20 años y en un año ha aprendido lo que es la Segunda.

El lateral realista da por olvidados los problemas en un glúteo que casi le dejan sin jugar en Las Palmas y se entrenó ayer con normalidad tras superar su sobrecarga en el cuádriceps. También Gerardo y Vaughan están recuperados y jugarán en Xerez mientras que son duda Markel Bergara y Garitano, que no se entrenaron ayer. El pivote vizcaino por una sobrecarga en el isquiotibial izquierdo. Habrá que ver su evolución. Hoy se entrena la Real a las diez.

¿Cómo se ha encontrado en sus primeros partidos con la Real, en los que ha participado en tres goles propios y sólo ha sido superado en uno rival?

Bien, personalmente he acabado muy contento, me he adaptado bien al equipo. En lo colectivo ha habido partidos mejores y peores, pero la línea que llevamos es de menos a más y hay que seguir. Me gusta subir al ataque y, cuando puedo, incorporarme y sacar centros, pero siempre asumiendo que la principal labor de un defensa es defender bien.

¿Le sirvió de estímulo quedarse fuera de la primera convocatoria?

En Holanda jugué un partido y medio y el completo me salió uno de los peores de toda mi vida. No me salió nada. Entrenándome y físicamente me veía bien, pero en Holanda le convenció más Sarasola y no tengo nada que decir. Pero eso no me sirvió de estímulo. Seguí entrenándome igual, la oportunidad me llegó la semana siguiente y hasta ahora estoy contento de entrar en el equipo.

¿Uno se puede relajar por ser el único lateral izquierdo específico de la primera plantilla?

No. Si te relajas puede jugar cualquier otro compañero, sea zurdo o derecho. Tengo que entrenarme cada día a tope y jugar cada partido como una final. Es lo que aprendí en Las Palmas.

¿El año pasado le costó también entrar en el once en Las Palmas, le cuesta coger la forma?

Ha habido años en los que sí me ha costado coger el ritmo, pero éste año no era el caso y así entré en la segunda jornada. Se dice que hay jugadores de gasolina y diésel e igual me cuesta un poco más, pero éste año me he visto bien desde el inicio.

Siempre dice que de aquella experiencia entendió que cada partido en Segunda es una final...

Tienes que planteártelo así. Hay mucha competencia, puede jugar en tu puesto cualquiera y, al ser joven y jugar fuera, cuando entras en el equipo quieres agarrarte a él, que no te lo quite nadie, y para eso tienes que dar el 100% en cada partido.

¿Para un equipo como la Real también cada partido es una final?

Y en Segunda todavía más. En Primera puedes perder un partido, el siguiente lo ganas y acabas en la mitad de la tabla y es una buena temporada. En Segunda nuestro objetivo es estar arriba y para eso debes ganar muchos partidos y tienes que salir cada domingo muy enchufado y darlo todo. Si encadenas tres victorias seguidas das un salto grande, pero si no ganas en tres jornadas lo das para atrás. Lo más importante en esta categoría es entrar en una dinámica de ganar partidos, que es lo que te da confianza. En Segunda sólo con la confianza se ganan muchos partidos.

¿Le ha sorprendido en esa línea la falta de confianza que había en el vestuario cuando entró en él?

Es normal. Eran 40 años en Primera y adaptarse a la Segunda es un cambio difícil. En las primeras jornadas pudimos sembrar alguna duda, pero ahora llevamos dos partidos consecutivos ganados y el equipo gana esa confianza que le faltaba.

¿Cómo ha vivido todo lo que rodea al equipo, del pesimismo inicial a la esperanza actual?

Al final los que ganan y pierden son los jugadores y no puede ser que cuando ganas dos partidos se echen las campanas al vuelo y al perder todo se vea negro. Hay que ir paso a paso. Lo tengo muy claro. En Segunda cuando acabas un partido sólo debes pensar en dar el 100% el próximo y jugarlo como si te jugaras el ascenso en él. Hay equipo para estar arriba porque hay jugadores de muchísima calidad. Ha habido un cambio grande, hay jóvenes... Eso no se puede utilizar como excusa porque un jugador si vale o no lo demuestra cuando le llega el momento, pero tenemos que estar con tranquilidad y seguir en la dinámica que estamos. Se trata de ganar y llegar a diciembre o enero con posibilidades, estando arriba o cerca de los primeros, porque este equipo físicamente va a estar muy bien y es importante llegar al final con opciones.

¿Se le puede comparar con Agustín Aranzabal?

El ha jugado muchísimos partidos en Primera y por ahora no hay ni punto de comparación. Pero sí me identifico con él y me sacan parecidos por la forma de correr, por el estilo de juego de recorrido largos... Es un lateral que a la Real le ha dado mucho y me puedo fijar en él.

¿Cómo se explica que un vizcaino prefiriera fichar por la Real que seguir en el Athletic?

He sido siempre de la Real porque toda la familia de mi madre es de Eibar. Cuando estaba en el Athletic también era de la Real. Entré en alevines y compaginaba la pelota y el fútbol desde pequeño. Estuve en Lezama cinco años y en cadetes me obligaron a elegir entre una cosa y la otra y decidí irme a la Cultural y seguir con las dos. Estuve dos años, el segundo cedido ya por la Real, y vine a jugar aquí en juveniles. Empecé en División de Honor y hasta diciembre de esa temporada seguí con la pelota. Entonces vi que era el momento de decidir y seguí con el fútbol.

¿Cómo le entró la afición por la pelota, qué tal se le daba y cómo sigue este deporte?

La afición me la inculcó mi abuelo, el padre de mi madre. Le gustaba mucho la pelota y desde pequeño iba a los frontones. Empecé con seis años o siete a jugar a pelota y a fútbol en la ikastola. Jugaba de delantero y gané el Torneo EITB Kantxa, el de Elgeta, el de Cafés Baqué. Se me daba bien. Si no, la decisión habría sido antes y más fácil. En el momento me costó tomarla. Ahora sólo juego en el frontón en verano alguna vez con pelota blanda y no suelo ir mucho a los frontones, pero todos los fines de semana veo algún partido por la televisión. Titin y Olaizola II son los que más espectáculo dan y más a gusto veo.

Joseba ITURRIA

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