El creciente poder de las multinacionales y la riqueza para ellas mismas
Las multinacionales aumentaron su poder en 2006, según el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Los datos no dejan lugar a la duda acerca del poder que dichas entidades acumulan: controlan el 84% de la inversión extranjera en el mundo, con lo que las cifras, en millones de euros, resultan abrumadoras. Se presentan como necesarias para el desarrollo económico global y, por tanto, el de los países en los que se establecen, muchos de ellos subdesarrollados; sin embargo, ese supuesto interés por esos países no va más allá del suyo propio, cual es lograr costos más bajos, cuando no la explotación recursos naturales, cuyas ganancias no revierten en dichos países.
En cualquier caso, no es necesario alejarse de Euskal Herria para observar el funcionamiento de las multinacionales. La experiencia de los últimos años ha sido suficientemente clarificadora, y en ello han tenido mucho que ver las políticas industriales de los gobiernos autonómicos que, tras dar todo tipo de facilidades a las multinacionales que se han establecido en esta tierra, han permitido despidos masivos y deterioro de las condiciones laborales.