Bilboko Konpartsak anunció ayer que mantiene su apuesta por un desfile de Carnavales popular, participativo y transgresor, «como en los últimos 30 años», y por ello lo organizará el sábado 2 de febrero por Hurtado de Amezaga, una vez que el Consistorio no les deja marchar por la céntrica Gran Vía.

Las comparsas, por cuarto año consecutivo, no renuncian a la organización del desfile, a pesar de que el Ayuntamiento les ponga trabas en su organización y que deban financiarlo. La apuesta municipal será, según subrayaron los portavoces de Bilboko Konpartsak, «un desfile enlatado y cerrado, donde los bilbainos tan sólo pueden ser meros espectadores de un espectáculo que, no olvidemos, está sufragado con sus impuestos», a diferencia del desfile tradicional cuya organización y financiación corre a su cargo.

El equipo que dirige Iñaki Azkuna les volvió a plantear que el Ayuntamiento participaría en la organización del desfile, acto central de los Carnavales bilbainos, si hubiera una censura previa en torno a disfraces y contenidos de los montajes, algo que rechazan las comparsas.

«Aquellos políticos o partidos que proclaman a los cuatro vientos la necesidad de normalizar la situación sociopolítica son los primeros en comportarse de forma anormal a la hora de acometer una fiesta como los Carnavales», declararon, al tiempo que demandaron de las autoridades locales que opten por volver a dar el protagonismo que se merece a la comisión mixta de fiestas, en vez de inclinarse por organizar eventos en solitario.