GARA > Idatzia > Kolaborazioak

Berna Gómez Edesa Delegado de LAB en el Hospital de Galdakao

Osakidetza: conflicto y manipulación

La actual coyuntura ha logrado la superación de importantes divergencias anteriores y la puesta en común de una plataforma unitaria apoyada por ocho fuerzas sindicales

El mismo día de la huelga, la Dirección de Osakidetza saca una hoja completa de publicidad en los principales periódicos, en un nuevo burdo intento de contrarrestar ante la opinión pública los efectos negativos que para Inclán y el Gobierno de Gasteiz conlleva el conflicto laboral que estamos viviendo y que tiene un punto culminante en ese día de huelga. La plantilla asiste alucinada ante este insultante derroche de dinero público para la manipulación de unos datos y situación que nada tienen que ver con la realidad. ¿Es que aquí vale todo? ¿No tienen nada que decir el Tribunal Vasco de Cuentas, ni la Fiscalía? ¿Es que la representación parlamentaria no es capaz de controlar y poner freno a este disparate llamado Inclán?

Mejor hubiese hecho la dirección de Osakidetza en facilitar información a la población afectada sobre las citas que no se iban a atender ese día y evitar así el perjuicio ocasionado a la gente desplazada a los centros de asistencia.

En octubre pasado se inició un movimiento de reivindicación y lucha que se ha consolidado y cuenta con una fuerza que el conjunto del personal de Osakidetza no conocía desde finales de los años 80. Las claves de esta fuerza son:

En primer lugar, el descontento y cabreo acumulado por la mayoría de los trabajadores en los últimos años, por la escasez de plantilla, las cargas de trabajo y un empeoramiento general de las condiciones laborales y asistenciales. Las condiciones laborales y la calidad asistencial que se presta van irremediablemente unidas, en la medida en que ésta última depende de manera importante de las primeras. Quienes formamos parte de la plantilla de Osakidetza conocemos mejor que nadie cuál es la situación; por eso estamos en la obligación personal y colectiva de decirle a la población y a los agentes sociales, políticos e institucionales que el conflicto laboral que estamos viviendo es una expresión del deterioro de las condiciones laborales y asistenciales al que estamos asistiendo en Osakidetza.

En segundo lugar, la discriminación que en materia salarial supone el acuerdo de Osakidetza con el SME (Sindicato Médico). En estos últimos dos años, consecuencia de las mejoras retributivas en diversos conceptos logradas por los colectivos médicos (cuyas retribuciones, por cierto, no aparecen en la hoja pagada de publicidad de Osakidetza), se han abierto aún más las diferencias salariales entre el personal facultativo y el resto. El acuerdo mencionado, de aplicación exclusiva para esa categoría profesional, ha sido la gota que ha desbordado un vaso lleno de insatisfacción, de decepción y de enfado. Las diferencias salariales se han disparado y la discriminación hacia los demás colectivos profesionales se ha evidenciado de manera inaceptable. Estamos en la misma empresa, participando de los mismos equipos de trabajo, cada cual aportando su profesionalidad a un conjunto que, para ser armónico y funcionar en condiciones, ha de valorar a todos sus trabajadores con parámetros de respeto y equidad. Pues no, las características de la profesión médica y su papel en la asistencia sanitaria y la falta de estos profesionales en el mercado laboral (problema que se arrastra de años y se agudizará en los próximos) hace que la dirección de Osakidetza ceda a la «presión» de las organizaciones sindicales mayoritarias entre los médicos, ninguneando a las demás categorías profesionales, lo que quema y desmotiva al resto (mayoría) del personal y desestabiliza la colaboración y el buen ambiente de trabajo en equipo.

Por último, la unidad sindical lograda y afianzada en estos meses, como hacía años que no se daba. La actual coyuntura ha logrado la superación de importantes divergencias anteriores y la puesta en común de una plataforma unitaria apoyada por ocho fuerzas sindicales. Esta importante e histórica unidad de acción sindical es aplaudida y alimentada por la participación del conjunto de la plantilla en las movilizaciones. El éxito de esta huelga así lo demuestra.

Llevamos cuatro meses de movilización. El Gobierno Vasco ha impuesto a la plantilla, vía decreto, las condiciones laborales para tres años. Con esta huelga los trabajadores hemos vuelto a expresar con claridad que no aceptamos esta situación de imposición y discriminación. Los sindicatos (el 90% de la representación sindical) y el conjunto de la plantilla de Osakidetza planteamos una vez más que frente a la imposición es necesaria una negociación real con contenidos y sin discriminación. El Gobierno Vasco tiene la palabra. Mientras tanto, el conflicto continúa.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo