Iker BIZKARGUENAGA

«Errepresioz kokildu gura bagaituzte, aurrez-aurre herri bat topatuko dute». La última estrofa del bertso que dio inicio al acto fue el mejor resumen del estado de ánimo que flotaba ayer en La Casilla. Si algún presidente, ministro, portavoces políticos y especialistas varios anhelaban ver a una izquierda abertzale abatida tras la última acometida político-judicial, la imagen que presentaba el entrañable pabellón bilbaino en la tarde del domingo de carnaval podría servirles de oportuno pellizco despertador. Antes fueron las citas del Anaitasuna y de Gasteiz. Muchos y muchas tendrán a estas alturas llenas de cardenales sus ansias ilegalizadoras.

En la cita de ayer, la izquierda independentista vasca trasladó una imagen de seguridad y de firmeza. «Estamos más fuertes que nunca políticamente», resumió Miren Legorburu, cabeza de lista al Congreso por Gipuzkoa. Y es que las miles de personas que secundaron la convocatoria rieron, bromearon, silbaron y gritaron. Y aplaudieron mucho, desde la primera intervención de un txalapartari hasta que callaron los sones de «La Internacional» y el «Eusko Gudariak», en un acto muy cuidado técnicamente y en el que se vivieron momentos vibrantes.

Historia viva de este país

Uno de los más emotivos se produjo cuando fueron llamados al estrado veteranos militantes de ANV, testigos de primera mano de la historia, no sólo de su partido, sino también de todo un país. Los gritos en favor de la independencia arreciaron mientras se encaminaban hacia el escenario y cientos de ikurriñas, banderas de Nafarroa y enseñas de la formación ekintzale ondeaban en las gradas. Entre los llamados se encontraban Kepa Bereziartua y Txarli González, presidente y secretario general de ANV, respectivamente.

A todos se les tributó un aurresku de honor, y a Bereziartua le entregaron un ramo de flores que recogió sin poder disimular la emoción. No era para menos. Lidera un partido que ve cómo puede ser ilegalizado por segunda vez en casi ochenta años de historia; en esta ocasión, tras la primera de los franquistas, a manos de aquellos con quienes compartieron trinchera y gobierno hace ya muchas décadas. Una formación que vio caer a más de quinientos gudaris luchando por unas ideas que son las mismas que ayer fueron reivindicadas en la capital vizcaina. «¿Qué pensarían ahora aquellos militantes del PSOE y de la UGT que compartieron lucha con ANV en el 36?», se preguntó en La Casilla.

Junto a los veteranos militantes subió al escenario Ainhoa Irigibel, joven parlamentaria electa por Nafarroa. Como recordaría minutos después Miren Legorburu, «en la izquierda abertzale nacen sin descanso nuevas generaciones, y no vamos a parar hasta llevar a este pueblo a las puertas de la independencia». Coincidiendo con este mensaje, Irigibel pidió a los estrategas de la ilegalización que «no se equivoquen», porque «no podrán parar a los independentistas vascos».

Tomó la palabra el alcalde de Igorre, Galder Olibares, para, tras recordar que ANV es «una referencia en la lucha por las libertades de este pueblo», acusar al PSOE de pretender «dejar fuera de la ley a ideas y proyectos, tal como hicieron en la dictadura». Valoró que la formación que lidera José Luis Rodríguez Zapatero «ha acabado asumiendo el discurso de los vencedores» y sentenció que «suspender e ilegalizar las actividades de ANV es volver al pasado más oscuro, un pasado que queremos superar».

Al primer edil de Igorre le sucedió la voz de Anje Duhalde, en un video en el que junto a la canción «Ama Euskal Herria» aparecían imágenes de dirigentes del PNV y de los partidos que conforman NaBai, y donde la estrofa «bere seme-alabek abandonatuta» se sustituía por las siglas de la formación jeltzale y la coalición multipartita. Los presentes corearon con fuerza el lema «PNV español».

A la formación jeltzale se refirió la alcaldesa de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, que evocó la postura mantenida por este partido en momentos históricos como Txiberta, Argel, el pacto de Ajuria-Enea, Lizarra-Garazi y las conversaciones de Loiola, en las que «una vez más se puso al lado del PSOE».

Beitialarrangoitia acusó al PNV de golpear a la izquierda abertzale y de «utilizar la violencia» a través de la Policía autonómica. También se refirió a la manifestación que una semana antes recorrió las calles de Bilbo «en defensa de nuestras instituciones», apostillando que esas instituciones que defendieron los miembros del tripartito «son españolas». Asimismo, criticó al lehendakari, Juan José Ibarretxe, recordando su brindis con el rey español con motivo de la celebración del cumpleaños de éste.

Frente a la actitud de los dirigentes jeltzales, la alcaldesa de Hernani opuso la de los votantes de este partido y a los «abertzales sinceros», haciendo un llamamiento a que se les convezca de que su opción debe ser la de ANV.

También tuvo palabras para quienes «ni siquiera saben qué son», en referencia a NaBai, y subrayó que esta coalición «no apuesta por el verdadero cambio en Nafarroa».

Aitor Bezares, juntero y candidato al Congreso por Araba, fue el siguiente en acercarse al micrófono. Tras recordar algunas de las últimas actuaciones represivas, valoró que «el Estado español ha querido mandarnos un mensaje claro: si no aceptáis lo que yo quiero, esto es lo que váis a tener; palos y más palos». Sin embargo, recordó que «este pueblo ya ha pasado por todo este tipo de situaciones, y todavía estamos aquí, en pie, sin arrodillarnos y orgullosos de lo que hemos hecho».

Dirigiéndose a los presentes y a toda la sociedad de Euskal Herria, el juntero ekintzale hizo un llamamiento a responder ante las agresiones y salir a la calle para participar en las iniciativas que se convoquen.

«Maite zaitut»

Antes de que Miren Legorburu y Mariné Pueyo cerraran el acto con sus intervenciones, se vivió otro de los momentos más emocionantes de la ya avanzada tarde. Se proyectó un video en el que junto a imágenes de históricos luchadores de todas las épocas y de todo el mundo sonaba la versión en lengua catalana de la conocida canción «Maite zaitut». Cuando la canción volvió a su versión en euskara aparecieron las imágenes de presas políticas vascas, así como de Gorka Lupiañez, Igor Portu y Mattin Sarasola, prisioneros que han denunciado duras torturas a manos de la Guardia Civil, y junto a ellos el retrato de Endika Iztueta, deportado político santurtziarra recientemente fallecido en Cabo Verde. Los presentes de pusieron de pie y se rompieron las manos a aplaudir.

El acto se acercaba a su fin cuando los candidatos de ANV al Congreso y al Senado subieron al estrado. Mariné Pueyo resumió cuál es su objetivo: «Nos presentamos para decirle a España que Euskal Herria es una nación. Este pueblo se merece de una vez por todas ser libre».