El Portland San Antonio sufrió una sorpresiva derrota ante el Zagreb, en la primera jornada de la segunda fase de la máxima competición europea al caer derrotado por 29-23.

Los navarros se encuentran en el «grupo de la muerte» en esta segunda fase, junto con el Flensburgo y el Hamburgo alemanes, quienes empataron 33-33 en esta primera jornada.

Los croatas salieron determinados a tomarse la revancha ante el Portland por la peor derrota sufrida en su historia, de 31-15, hace dos años, y se emplearon a fondo en la defensa, muy difícil de penetrar, sobre todo en la segunda mitad. El Zagreb estuvo casi siempre por delante y a los 10 minutos ya tenía tres goles de ventaja (5-2).

Enfrentado con la muralla defensiva encabezada por Igor Vori, mejor jugador defensivo del pasado Europeo en Noruega, el Portland vio limitada su anotación a sólo cuatro goles a los 17 minutos (8-4).

Tras encontrarse con cuatro goles en contra en varias ocasiones, los navarros sólo pudieron reaccionar alrededor del minuto 22, cuando con tres goles de contragolpe, dos de ellos de Javier Ortigosa, llegaron a un esperanzador 11-10. Su mejor momento duró poco, ya que el Zagreb recuperó el ritmo inicial y acabó la primera parte con tres goles de ventaja (15-12).

Mientras que antes del descanso dominaban los esquemas defensivos, en el segundo tiempo por parte croata apareció un enorme Vlado Sola, cuya actuación acabó por frustrar a los lanzadores del equipo navarro repetidas veces.

Siete defensas del meta local unidas a una extraordinaria realización de Kiro Lazarov (7 goles) y Damir Bicanic (6 goles) hundieron al Portland por primera vez a cinco goles de desventaja (20-15), a los 43 minutos.

En este período se estancaron Carlos Ruesga y Fernando Hernández, muy buenos en la primera parte, mientras que Ivano Balic siguió muy por debajo de su nivel habitual. A veces marcado al hombre, el baluarte croata no destacó ni como asistente ni como realizador.

Presión ambiental

El cambio de Tommy Svensson por Walter Matosevic en la portería no provocó ningún cambio estratégico y al final el marcador mostraba la máxima diferencia del partido favorable al anfitrión.

El terceto croata del conjunto navarro se mostró bastante apagado, quizás impresionado por el ambiente enrarecido creado por sus propios compatriotas.

Balic, visiblemente decepcionado, sólo tuvo fuerzas para admitir que «el Zagreb fue mucho mejor y mereció este triunfo».