En los municipios navarros de Barañain y Atarrabia, en los que gobierna Nafarroa Bai, se han llevado a cabo en este fin de semana otros tantos encierros en los consistorios para denunciar la ilegalización de ANV y EHAK. Los dos alcaldes se han mostrado intransigentes con estas iniciativas; en el caso de Barañain, los miembros de la izquierda abertzale denunciaron que el primer edil afirmó que «no le temblaría el pulso» a la hora de desalojar el salón de plenos. Pese al carácter pacífico y simbólico de la protesta, hasta quince Patrols de la Guardia Civil llegaron a rondar alrededor del Consistorio. En el municipio vizcaino de Sopela también se ha llevado un encierro en el Ayuntamiento, donde la izquierda abertzale ostenta cuatro ediles.

A las 19.00 del viernes, una treintena de personas se encerraron casi simultaneamente en Barañain y Atarrabia. En ambas localidades, los respectivos alcaldes de NaBai mostraron su descontento con la iniciativa, que tenía como finalidad denunciar la política de ilegalizaciones que practica el Ejecutivo español. Mientras que en Atarrabia se llevó a cabo sin mayores sobresaltos, hasta concluir al mediodía del sábado, en Barañain los participantes denunciaron la atosigante presencia de la Guardia Civil durante toda la noche y denunciaron las advertencias de Floren Luqui, el alcalde de NaBai.

Además de identificar a varias personas, los uniformados realizaron algunas cargas.

Concentración de Aralar

En la localidad vizcaina de Sopela, donde ANV cuenta con cuatro concejales y la izquierda abertzale se erige como segunda fuerza, una veintena de personas ha realizado una encerrona, también contra las ilegalizaciones, durante todo el fin de semana, dando por terminada la iniciativa con una movilización que se realizó ayer por la tarde.

A su vez, y en consonancia con la moción contra las ilegalizaciones que aprobó el Consistorio de Kanpezu el martes pasado, ayer se llevó a cabo una concentración en la plaza del pueblo que congregó a unas 70 personas, incluyendo a varios concejales del PNV.

Otra concentración contra las ilegalizaciones y «la estrategia de guerra del PSOE» fue la que desarrolló Aralar ayer al mediodía frente a la Subdelegación del Gobierno español en Bizkaia, sito en Bilbo.

Pese a denunciar la actuación del Ejecutivo de Zapatero en este terreno, Aralar fue más allá y cuestionó lo que entiende como «actitud de guerra entre el PSOE y Batasuna» que viene «desde la ruptura de la tregua».